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Moisés de las Heras es sobrino del escultor Víctor González Gil (1912-1992) que escondió en su estudio al poeta. :: jorge rey
«Mi tío escondió a Miguel Hernández y  le vio escribir 'Las nanas de la cebolla'»

«Mi tío escondió a Miguel Hernández y le vio escribir 'Las nanas de la cebolla'»

Funcionario de Justicia en Cáceres, ha ganado el prestigioso Premio de Teatro Antonio Buero Vallejo

Sergio Lorenzo

Domingo, 4 de enero 2015, 08:33

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De las 137 obras que se presentaron al Premio de Teatro Ciudad de Guadalajara 'Antonio Buero Vallejo', el jurado decidió que la ganadora debía ser 'Donde duermen las hormigas'. El ganador de los 6.000 euros con los que está dotado el premio, la publicación de 500 ejemplares de la obra y del prestigio literario que concede este galardón es Moisés De las Heras Fernández.

En distintos medios de comunicación se ha señalado que el afortunado es natural de Talavera de la Reina (Toledo), licenciado en Filología Hispánica, que es autor, actor y director teatral, que cuenta con una larga trayectoria de premios y ha escrito varias novelas, cuentos, obras de teatro y poesía. Todo lo cual es cierto. Lo que no se ha publicado es que De las Heras es también empleado público, en concreto de la administración de Justicia, y que trabaja a diario en el Palacio de Justicia de Cáceres.

¿Desde cuándo trabaja en Cáceres?

Desde el año 2011. Antes he estado en la provincia de Badajoz, desde el año 2000; y desde 1991 al año 2000 fui profesor de Lengua y Literatura en Castilla-La Mancha. Actualmente tengo mi residencia en Mérida, voy y vengo a trabajar.

¿Hace cuánto que se dedica al teatro?

Desde los nueve años. Mi padre fundó un grupo de teatro en el año 1958 en el que yo todavía estoy. Prácticamente, mi infancia se ha pasado viendo ensayos.

¿Qué grupo es?

El Candil de Talavera de la Reina, que sigue en vigor. Yo soy el director y el gestor del grupo. También soy actor. Estamos montando obras y asistiendo a certámenes y la verdad es que estamos ganando bastantes premios.

Además del Buero Vallejo ha obtenido más galardones.

Sí. Gané el premio de la Universidad Complutense de Madrid en 1999. Fui finalista del Premio Ateneo de Sevilla, y del Azorín de Alicante con 20 años, en 1988.

¿Empezó escribiendo novelas?

Sí. A mí me gusta la Historia, el punto de vista histórico, ya sea en cuento, ya sea en teatro. Lo que me gusta es acudir a siglos anteriores, al pasado, y remover un poco la Historia, quizá por la visualidad que pueda tener un mundo pasado. Me resulta cómodo colocarme ahí, mientras que aquí, en el siglo XXI... me resulta más raro.

¿Escribiendo obras para teatro, no ha intentado hacer guiones de cine?

No. Tengo campos abiertos: poesía, por ejemplo, he escrito, pero no me atrevo a hacer una compilación poética para hacer un libro. Por otro lado, para hacer un guión tienes que tener un certamen. Yo no soy de los que va a editoriales, soy de los que va a premios, porque la salida editorial es una salida en falso, porque al final la novela muere cuando publicas. Si no tienes un premio detrás, la novela queda ahí, porque sino qué mérito tiene. La has publicado tú y la novela ha muerto una vez que la publicas. La distribución es complicada y entonces es preferible ganar un premio y que se ocupen los que lo han convocado de promocionarlo.

¿Cuál es el argumento de la obra ganadora del Premio Buero Vallejo, de 'Donde duermen las hormigas'?

Esta obra se remonta a la década de los años 20 ó 30 del siglo pasado. Es una revisión de una poetisa que es Anna Ajmátova, que fue en su día una de las más importantes del movimiento poético ruso después de la revolución de 1917. En esa época surgieron los acmeístas, cuyo líder era Anna Ajmátova. Para los rusos, esta poetisa es como para nosotros García Lorca. Enamorado de sus poemas, quería revisar la historia de aquel tiempo. Me di cuenta de que tenía que contar la historia de la URSS en una época conflictiva y polémica, como puede ser la época estalinista. Puesto que sus padres ya habían muerto me inventé unos tíos, una relación con ellos, y hablé del problema de la represión de los poetas, hasta dar como resultado esta obra.

Obras históricas

¿Sus otras obras también son históricas?

Sí. La primera que escribí fue una sobre la Guerra Civil española, se desarrollaba en Canarias en 1936. No ha sido publicada porque no me gusta demasiado, aunque quedé quinto en el Ateneo de Sevilla. No me acabó de convencer y ahí está aparcada desde hace 30 años. La siguiente, que ganó el Premio Joven de la Universidad Complutense, es una obra sobre Alfonso XI, que fue el rey cuya mujer da nombre a mi ciudad, a Talavera de la Reina. Esa historia me apetecía contarla desde un punto de vista no de la realeza, sino desde un criado, de una persona del pueblo que vive el día a día. La siguiente, el premio de novela Rafael Ceballos, es la historia de mis bisabuelos. Mi tío es Víctor González Gil que es miembro de la Generación del 27. Es un escultor que pertenecía a las tertulias del Café Pombo de Ramón Gómez de la Serna, y acogió a Miguel Hernández en su casa una de las veces que era perseguido.

¿Cómo sucedió eso?

Sobre la época de la persecución de Miguel Hernández hay zonas oscuras, como que uno de lo que le protegió fue mi tío. Miguel Hernández comía las patatas de mi abuela, porque mi tío iba de Madrid a Talavera de la Reina, que era de donde se podía suministrar comida, y se llevaba de la huerta de mi abuela lo que había. Se iba de Talavera a su taller de escultura en Madrid y allí estaba escondido Miguel Hernández y allí comía las cosas de la huerta. Hay una carta de Miguel Hernández que agradece su estancia en el taller de mi tío, en ella habla de los gatos que había en el estudio.

¿Cuándo murió tu tío?

En el año 1992.

¿Cuánto tiempo estuvo escondido Miguel Hernández en el estudio de Víctor González?

Creo que estuvo dos o tres semanas. Fue cuando iba también para hablar con Pablo Neruda, que decía que le tenía que proteger de toda la represión. Es una historia apasionante. De hecho, allí, en el estudio de escultura de mi tío, es donde comenzó a escribir 'Las nanas de la cebolla'.

¿Cómo? Si 'Las nanas de la cebolla' las escribió en la cárcel.

Todo el mundo piensa que las escribió en la cárcel... Pues no. Mi tío recordaba como las comenzó a escribir estando en su casa. Él vio como las escribía. Es muy difícil demostrarlo, pero es así. Luego mi tía le llevó a la cárcel un colchón, porque se hizo pasar por un familiar. Mi tía se llamaba María Dolores Moya Hernández, y gracias a apellidarse Hernández pudo entrar en la cárcel un colchón para él.

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