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Un grupo de padres y madres esperan a sus hijos a las puertas de un colegio de Cáceres. :: jorge rey
Solo el 6% de los padres eligen a sus representantes en los colegios de sus hijos

Solo el 6% de los padres eligen a sus representantes en los colegios de sus hijos

Más de 25.000 cacereños están citados hoy para renovar los consejos escolares

CRISTINA NÚÑEZ

Miércoles, 26 de noviembre 2014, 08:45

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La implicación de los padres en la escuela de sus hijos va mucho más allá de formar parte de un grupo de wasap, una práctica muy extendida entre los padres y madres, que configuran una curioso patio de vecinos virtual en donde todo se comenta, desde los deberes a la baja de un profesor. Para la implicación real están los Consejos Escolares, esos órganos cuya función es apenas conocida, pero que son una herramienta participativa para que los problemas sean resueltos de forma conjunta por la comunidad educativa.

FUNCIONES

  • Composición. Los consejos escolares los integran la dirección del centro, profesores, personal administrativo y representantes de los padres. En el caso de la ESO, también alumnos.

  • Funciones. Participar en la selección del director del centro, conocer conflictos disciplinarios o decidir a qué se destinan cantidades económicas. Se reúnen cuatro veces al año y se renuevan sus órganos cada dos años.

Miles de padres (en las últimas elecciones el censo estuvo compuesto por más de 25.000) están convocados hoy para renovar la mitad de los miembros del Consejo Escolar. En ellos participan colegios de Infantil y Primaria y también institutos de Educación Secundaria. Cada uno de ellos debe renovar las plazas que necesite, en función de sus propios calendarios.

La participación por parte de los padres en este proceso, sin embargo, parece cuanto menos anecdótica y es toda una asignatura pendiente en la democratización de la escuela. En el último proceso que se llevó a cabo, en el año 2012, solamente ejercieron el voto para elegir a sus representantes un 6,32%, según las cifras que aporta la Consejería de Educación. Es decir, que en la ciudad de Cáceres solamente 1.634 padres se tomaron la molestia de ir al colegio para elegir a sus representantes.

El porcentaje, además, está muy por debajo de la media regional, donde sin llegar a ser extraordinario, sí es bastante más alto y llega casi al 12%.

Este año, no todos los miembros de estos consejos tienen que ser sustituidos, puesto que cada dos cursos se llevan a cabo elecciones para ir reponiendo plazas, ya que éstas tienen una vigencia de cuatro años. De hecho, hay centros escolares que este año no necesitan reponer ninguna plaza. Los Consejos Escolares están compuestos por el director del centro, personal docente, administrativo, padres y, a partir de Secundaria, alumnos.

«Es una forma de establecer un nexo y una comunicación entre la dirección y los padres», explica Javier Barca, miembro del Consejo Escolar del colegio público de Prácticas, con 443 alumnos de 3 a 12 años, el arco que abarca de primero de Infantil a sexto de Primaria.

Él fue elegido en el año 2012 uno los tres representantes de los padres. «Es un foro de información, los profesores informan a los padres sobre los proyectos o gastos que tiene el colegio, sobre las posibles inversiones en actividades, el que los padres estén representados es muy importante, y hay que aprovechar la oportunidad que nos dan para participar en la educación de nuestros hijos, se tienen en cuenta las decisiones que tomamos, aunque quizás no le saquemos su pleno rendimiento».

Sobre la desafección hacia este órgano, él lo achaca a la falta de tiempo de los padres. «Cuesta implicarse y ofrecer parte de nuestro tiempo hacia una mejora de la educación».

Competencias

Según la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), aprobada en agosto de 2013, las competencias de los Consejos Escolares se resumen en 12 puntos. Entre ellas se encuentra la de participar en la selección del director del centro o incluso proponer la revocación del nombramiento del director.

También debe conocer la resolución de conflictos disciplinarios y, a instancias de padres, madres o tutores legales, podrá revisar la decisión adoptada y proponer medidas oportunas. Forma parte también de sus competencias proponer medidas que favorezcan la convivencia en el centro, la igualdad de trato o la no discriminación. Ha de ocuparse de promover la conservación y renovación de las instalaciones y del equipo escolar, entre otras tareas.

Pedro González es el director de Primaria del colegio Nazaret. En este centro escolar concertado no tienen que renovar la parte de los padres, pero sí hay que buscar nuevos representantes del alumnado. González subraya la importancia de este órgano. «En él se consensuan situaciones diarias, son reuniones importantes». Las juntas tienen lugar aproximadamente cuatro veces a lo largo del curso escolar, es decir, cerca de una vez cada dos meses.

La visión del director del Instituto Al-Qazires sobre los Consejos Escolares es optimista respecto a la presencia de los padres, más allá de las bajas cifras de participación en las elecciones. «Es aceptable, sí que acuden a las reuniones, lo que es más complicado es que acudan los alumnos», aporta Miguel Iglesias.

Los centros dan facilidades para que los padres ejerzan su voto. Primero se publica un censo escolar, y dejan un margen para la presentación de candidaturas, una semana aproximadamente. Las votaciones se llevan a cabo de manera presencial pero también pueden entregarse a la dirección del centro en los cinco días previos a la votación.

Javier Barca, el representante del Consejo Escolar del colegio público Prácticas, considera que «el colegio tiene un poder tremendo para solucionar problemas que tiene la sociedad al completo, como la salud». Él propone que se llegue a acuerdos con productores locales para garantizar que los comedores de los centros ofrezcan alimentos de calidad, y también que todos los comedores sean gestionados por la Consejería y tengan cocina para elaborar allí mismo los menús sin necesidad de recurrir a empresas de catering.

Otro de los asuntos que hay que mejorar es el exceso de tareas y el estrés de los horarios y el peso que acarrean a diario los niños, sostiene. «Hay niños que entran en el colegio a las ocho de la mañana, comen allí y vuelven a su casa después de las actividades extraescolares. Después de tantas actividades le tienen que dedicar un buen tiempo a los deberes, y a veces a las once de la noche continúan haciéndolos», se lamenta este padre.

Las Asociaciones de Madres y Padres cumplen con el objetivo de defender los intereses de los alumnos a través de las acciones de sus padres, aunque también se encargan de funciones que no cubre la Consejería de Educación, como gestionar los comedores escolares. Las actividades extraescolares también ocupan bastante tiempo a las asociaciones de madres y padres, que programan un amplio abanico de opciones.

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