El ministro de Defensa garantiza la permanencia del Cefot de Cáceres

Autoridades y colectivos regionales y locales estaban pendientes ayer de sus palabras. No iba a hacer declaraciones a los medios de comunicación, ni antes ni después de su intervención. Había que estar pendientes de sus palabras, y Pedro Morenés, por fin, fue muy claro a mitad de su discurso. Ocurrió cuando señaló que era muy importante la labor de formación de los futuros soldados de España. Recalcó que hasta ahora esta labor se efectúa, «tanto en el Centro de Formación de Tropa número 1 (de Cáceres), que continuará cumpliendo esta misión tan relevante; como en el número 2, los hermanos de San Fernando, cuya permanencia», agregó, «está en estos momentos en proceso de evaluación técnica».

Antes del ministro, el presidente extremeño, José Antonio Monago, había subrayado la forma en la que los cacereños han luchado por la permanencia del acuartelamiento, y añadió que hoy en día nadie puede cuestionar que la historia del Cefot está vinculada a Cáceres, así como los beneficios económicos y sociales que ha supuesto y supone para esta ciudad.

La entrega de la Medalla se realizó en un acto que comenzó a las once de la mañana de ayer en el Gran Teatro, ante un nutrido grupo de autoridades civiles y militares, entre los que se encontraba el presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano; el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias; el presidente de la Diputación de Cáceres, Laureano León; el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Aurelio Blanco; y la presidenta de la Audiencia de Cáceres, María Félix Tena, entre otros. Más de 300 personas aplaudieron durante cerca de un minuto cuando la alcaldesa, Elena Nevado, entregó el galardón al coronel jefe del Cefot.

José María Iglesias dio las gracias por ser el depositario de la más alta condecoración de la ciudad, indicando que después de 50 años está claro que «el CIR es Cáceres y Cáceres es el CIR», citándolo por su nombre antiguo. Añadió que la Medalla será puesta, el próximo 8 de diciembre, en la nueva Bandera de España que será entregada al centro de formación en un acto en la Plaza Mayor.

500.000 personas

El coronel Iglesias también destacó que por este acuartelamiento han pasado alrededor de 500.000 personas, venidas de todos los puntos de España, que han sido los mejores embajadores de Cáceres. Esto es una realidad que se constata en las oficinas de turismo, en donde cuando se pregunta a algunos turistas por qué vienen a la ciudad, algunos señalan que porque aquí han hecho la mili y quieren mostrar Cáceres a su familia.

Para hacerse una idea de la cantidad de personas que han hecho la mili en Cáceres, basta con indicar que aquí aprendieron la instrucción militar personajes públicos españoles tan variados como, Felipe González al exlehendakari Ibarretxe, el Gran Wyoming, el torero Finito de Córdoba, un hijo de la infanta Margarita de Borbón y otro de la recientemente fallecido de la fallecida Duquesa de Alba, por citar solo unos ejemplos.

Se da la circunstancia de que esta es la segunda Medalla de Cáceres que recibe el acuartelamiento de Santa Ana. La primera se entregó el 28 de febrero de 1995, en el propio Campamento Santa Ana, que entonces se llamaba CIR (Centro de Instrucción de Reclutas) Centro. Lo hizo el alcalde socialista Carlos Sánchez Polo ante 2.730 reclutas y mandos del Ejército, cuando el coronel jefe del CIR era Pedro Ramírez Verdún. Se concedió entonces por los 30 años de servicios y beneficios que el CIR había reportado a la ciudad. En aquel momento se calculó que el Centro de Instrucción generaba unos beneficios de 900.000 euros al año.

Sánchez Polo entregó idéntica medalla al entonces rey Juan Carlos y a la Universidad de Extremadura.

La alcaldesas Elena Nevado, insistió en su discurso de ayer en la importancia del Cefot para Cáceres, comentando que dentro de poco se abrirá al público la Torre del Palacio de las Cigüeñas propiedad del Ejercito de Tierra. Una instalación militar (allí tiene oficinas principalmente y realiza exposiciones) se convertirá en un nuevo atractivo turístico de la ciudad.

Terminó su intervención de una forma que quiso ser premonitoria: «El reconocimiento de hoy es una forma de que Cáceres haga justicia, de devolver todo lo que el CIR, el Cimov, el Cefot o como se pueda llamar en el futuro, nos ha dado a lo largo de los años y una forma de crear lazos más fuertes si cabe con una institución que forma parte de nuestras vidas, que es parte de la historia reciente de Cáceres y que estoy convencida de que formará parte de nuestra historia futura, por lo menos, otros 50 años más...».