Piden 14 años de cárcel a tres acusados de echar a una familia a tiros de Aldea Moret

El pasado 16 de octubre comenzó un juicio en uno de los Juzgados de lo Penal de Cáceres, en el que se acusa a tres personas de echar a tiros a una familia que vivían en Aldea Moret. El juicio se suspendió al faltar numerosos testigos, y se va a reiniciar el próximo 6 de noviembre.

Los tres acusados son: Adolfo N. V., Aarón S. N. y Fernando N. V. Según el relato de la fiscalía, en el mes de julio de 2013 Adolfo estaba organizando la boda de un hijo y había decidido no invitar a parte de su familia política. Uno de ellos era su cuñado Félix J. J. que el 14 de julio de 2013 discutió por este motivo con Aarón, sobrino de Adolfo.

Adolfo se enfadó con Félix, y la suegra de ambos llamó por teléfono a Félix, alrededor de las tres de la tarde, para advertirle que Adolfo le iba a matar o le iba a mandar al hospital por lo que le había dicho a Aarón. Según el relato de la fiscalía, Félix llamó a Adolfo y éste le recalcó que le iba a matar porque se había metido con su familia. Félix le pidió perdón, pero Adolfo continuó con las amenazas.

A las ocho de la tarde la suegra volvió a llamar a Félix para avisarle de que saliera del piso, que Adolfo iba a meter fuego a la puerta y entrar para matarlos. Félix vio como llegaba a su calle, a Germán Sellers de Paz, un coche del que se bajaba Adolfo y Aarón. Los dos se dirigieron al bloque 7, y subieron al 1º C, disparando hasta seis veces contra la puerta, detrás estaba Félix con su mujer embarazada de ocho meses, y sus dos hijos de 5 años y de unos meses de edad.

Los pistoleros se fueron antes de que llegara la Policía, y Félix aprovechó para irse con su familia a Torrejón de Ardoz (Madrid), en donde denunció en comisaría a los acusados, indicando que antes de irse de Cáceres el hermano de Adolfo, Fernando, le había amenazado.

El fiscal pide para Adolfo N. V. un total de ocho años de cárcel, tres años de cárcel para su hermano Fernando y tres años y tres meses para su sobrino Aarón.

Un hecho llamativo es que la puerta que recibió 5 de las 6 balas (una impactó en la pared) está blindada y por eso las balas no entraron en el piso. Los daños en la puerta están valorados en 770 euros.

Los acusados aseguran que son inocentes.