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Los lunes micológicos ofrecen un extenso catálogo de setas frescas recogidas en la región
Un carné para ir a coger setas

Un carné para ir a coger setas

Los bosques se llenan de buscadores de hongos mientras se regula esta práctica

Cristina Núñez

Martes, 28 de octubre 2014, 08:57

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Se esperan setas por toneladas en los bosques de Extremadura. La receta mágica para su crecimiento (un otoño lluvioso y soleado como está siendo éste) empieza a funcionar y un extenso catálogo de variedades, desde las más exquisitas y benignas hasta las mortales, hacen su aparición, propiciando la presencia de andarines y buscadores de muy distinto tipo, desde los expertos a los que acuden a probar suerte.

Ayer comenzaron en Cáceres las jornadas micológicas, que también cuentan con actividades en Badajoz, Mérida, Plasencia y Navalmoral y que tratan de desentrañar un mundo extenso y también desconocido. Habrá charlas, rutas, concursos o degustaciones.

La idea de crear una especie de licencia se halla en el horizonte cercano de esta práctica. La Junta de Extremadura ha empezado a estudiar la regulación de la recogida de setas y ya tiene un borrador, que aún está en fase de pruebas. Se prevé que el año que viene entre en vigencia.

Fernando Durán, de la Sociedad Micológica Extremeña, que organiza estas jornadas, considera necesario que se ponga coto al acceso descontrolado a las zonas donde crecen setas. «Está regulada la caza y la pesca, así que en este campo debería ser igual», apunta Durán. «Las setas cumplen un papel muy importantes en el ecosistema, los bosques y las setas son interdependientes y es un recurso, si este recurso lo esquilmamos nos quedaremos sin bosques», acota. Es consciente de que esta medida puede asustar a muchos aficionados, a los que eche para atrás el tener que pagar una cuota, pero considera necesario que se limite el número de kilos que se pueden recoger por persona y también que se determinen las especies que uno se puede llevar a su casa.

Ayer, en el complejo cultural San Francisco de Cáceres, un intenso olor a otoño se adueñaba del lugar habilitado para la recepción de ejemplares. Martín Arroyo llegó con una soberbia cesta de Macrolepiotas Proceras, más conocidas como parasoles. Martín cogió el domingo estas setas en Alcuéscar, y acudió ayer a los lunes micológicos para que le certificaran que su cargamento era óptimo. Algo parecido a lo que le sucedió a Rosa Martín, que el domingo en la sierra de San Pedro recolectó unos Boletus de campeonato, uno de ellos de 200 gramos. «Me estoy aficionando y estoy intentando saber un poco más de las setas».

«Tenemos unas setas fantásticas en Extremadura, se las llevan de toda Europa, exportamos incluso la criadilla de primavera a los países árabes», cuenta Durán, al que le gustaría ver más setas extremeñas en los restaurantes.

El conocimiento de estos ejemplares sigue siendo una asignatura pendiente. Entre las especies recepcionadas ayer podía verse, entre muchas otras, la letal Amanita Phalloides, la causante de la muerte de una mujer la semana pasada en Girona. Durán recomienda ir «muy poco a poco, con tres o cuatro especies y con mucha seguridad» y observar muy bien las setas que se cogen para no mezclarlas e ingerirlas por error.

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