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REDACCIÓN
Lunes, 20 de octubre 2014, 09:01
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La Confederación Española de Policía (CEP) en Extremadura ha expresado su «malestar» por la falta de reconocimiento a la labor desempeñada por funcionarios de la Comisaría Provincial de Cáceres en tres operaciones policiales de «especial trascendencia» ocurridas en Cáceres y Plasencia.
Por medio de un comunicado, la CEP-Extremadura hace referencia, en primer lugar, al intento de secuestro a una trabajadora del Banco de Alimentos, que se produjo a finales de mayo por parte de dos ciudadanos extranjeros.
Un hecho, asegura la CEP, que creó un estado de alarma social en la ciudad de Cáceres debido a la gravedad del hecho.
En este sentido, ha recordado que tras una investigación laboriosa, dos funcionarios de la Comisaría Provincial, cuando se encontraban libres de servicio, localizaron el vehículo en la localidad de Moraleja, una acción que dio lugar a un dispositivo que permitió la detención de uno de los autores. El segundo autor de los hechos fue detenido posteriormente en Salamanca. La CEP ha destacado que gracias a la labor de estos dos funcionarios, «libres de servicio, sin medios a su alcance y con peligro real para su integridad en caso de haber sufrido una respuesta violenta del individuo», se ha logrado esclarecer este hecho .
El segundo caso tuvo como protagonistas a miembros del grupo del Servicio de Atención a la Familia de la Comisaría Provincial, quienes consiguieron esclarecer la autoría, por parte de un individuo afincado en la capital de la provincia, de tres violaciones, seis agresiones sexuales, diecinueve delitos de pornografía infantil y treinta y un delitos de provocación sexual. Según la CEP, todas las víctimas eran menores y la Fiscalía ha solicitado para el autor una pena de más de doscientos años de prisión. «Este caso tiene ciertas coincidencias con el caso del pederasta de Ciudad Lineal, sin embargo a los funcionarios de Cáceres no se les ha felicitado, cuando los funcionarios de Madrid han recibido condecoraciones de ingreso en la orden al mérito policial con distintivo rojo y blanco», denuncia la CEP.
El último caso citado es el desmantelamiento, en la ciudad de Plasencia y tras más de cinco meses de investigación, de un grupo de narcotraficantes, con lo que se consiguió la erradicación de un importante foco de venta de drogas.
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