Los cambios en las líneas del bus se inician hoy con quejas en los barrios

La empresa concesionaria Subus y el Ayuntamiento han buscado reducir el impacto de los cambios que se han introducido. Los principales afectan a los vecinos de Cáceres el Viejo y el Junquillo. Para desplazarse al centro los primeros deberán utilizar la recién creada línea 10, una de las grandes novedades. En el Junquillo debían celebrar que por fin tienen autobús. Sin embargo, la teoría no tiene nada que ver con la realidad. Los residentes denuncian que han sido engañados por el Ayuntamiento ya que la única parada de la que disponen a partir de hoy, viernes, queda a un kilómetro de algunas casas.

Sobre el terreno las novedades atañen a los recorridos de nueve líneas, de una u otra forma. La 5 llegará hasta Vistahermosa. Antes se quedaba en Charca Musia. La 4 saldrá de la avenida de España (lo venía haciendo desde Primo de Rivera). La 9 se remodela para Cánovas con Macondo.

Supone que los vecinos de Cáceres el Viejo pasan a utilizar la línea 10, de nueva creación. Para los usuarios de esta zona de Mejostilla significará una alteración importante, ya que esa línea concluye en Hernán Cortés. Ahí radica buena parte el malestar que tienen los afectados. Antes podían desplazarse en transporte público hasta la Plaza de América, el centro comercial Ruta de la Plata o Carrefour. Desde hoy ya no.

«Existe voluntad del Ayuntamiento de solucionar este problema que se crea mediante un billete simple que permita hacer transbordo. Hay que ser comprensivos», tercia Manuel Iglesias, hasta ahora responsable de la asociación vecinal más antigua.

Sin embargo, otro colectivo del barrio, el que agrupa a los socios de urbanización Residencial Cáceres el Viejo, se muestra bastante más combativo. Su portavoz, Raúl Pérez, ya denunció los recortes del autobús en el pleno municipal y aportó casi un millar de firmas recogidas en pocos días. «Quitan una parada del barrio y algunos vecinos deberán caminar un kilómetro para coger el autobús», se queja.

Hoy mismo, algunos afectados ya quieren expresar su malestar en la nueva línea. Proponen que se amplíe el final de trayecto hasta la Plaza de América o hasta la rotonda de Alfonso IX. Si no se atienden sus reivindicaciones prepararán movilizaciones para el próximo mes de septiembre.

«Apoyaremos a los barrios en todo. Estamos contra estos recortes que dejan en situación de desventaja a quienes viven en puntos como Mejostilla, el Junquillo o Valdesalor. En su día ya nos manifestamos ante el Ayuntamiento, pero parece claro que no nos escuchan», argumenta el presidente de la Agrupación vecinal, David Barcenilla.

Quienes viven en el Junquillo también se sienten víctimas de las modificaciones que arrancan a las 7.30 horas de hoy. «Se nos dijo que con el nuevo contrato el bus llegaría hasta el interior de la urbanización. Y han puesto una parada en la carretera. Pedimos que vaya dentro», sugiere Carlos Luengo, presidente vecinal. Preparan una recogida de firmas y algún tipo de protesta pública para septiembre. Hoy también se echarán a la calle para que se visualice ese malestar.

Solo hay que darse un paseo por las inmediaciones de la barriada para comprobar el enfado que tienen los residentes. De momento, una pancarta gigante da la bienvenida a los que llegan: «Parada dentro ya. Por una ciudad accesible», se lee. El bus se queda a unos 400 metros del edificio Matisse.

Otras novedades

Otras novedades implican al bus nocturno, que desaparece, y al de Rincón de Ballesteros (deben solicitarlo al menos dos usuarios). La línea 8 partirá de Virgen de la Montaña y deja de pasar por Mejostilla. Valdesalor pierde el coche que tenía los sábados. «Sin autobús los fines de semana nos dejan aislados. No somos ciudadanos de segunda», alza la voz la alcaldesa pedánea, Susana Bermejo.

Para aplicar los cambios Subus ha colocado 15 nuevas paradas. Para darlos a conocer se han repartido 20.000 folletos informativos. Anoche ya se atisbaban los detalles con las principales novedades en la página oficial del Consistorio en Internet.