Cáceres se sitúa en el segundo destino preferido para el turismo rural

El paraíso del turismo rural cacereño se ilumina con números para el optimismo que ya quedaron reflejados en el dato de abril. Las 33.024 pernoctaciones que aparecen en la estadística son la cuarta cifra más alta de España. Algunas informaciones apuntaron el liderazgo cacereño, pero solo entre las provincias no pertenecientes a comunidades uniprovinciales. En realidad, Cáceres sería la cuarta de esa clasificación tras Baleares (56.000 pernoctaciones), Asturias (45.000) y Cantabria (más de 33.000).

Sin embargo, una visión aún más de conjunto aún eleva por encima la carga de optimismo. En los cuatro primeros meses de 2014, únicamente Madrid se sitúa por delante de Cáceres. La comunidad madrileña tuvo más de 35.000 viajeros; Cáceres se acerca a 32.000 y Asturias ocupa la tercera plaza con 30.893. Siguen en esa hipotética tabla clasificatoria Girona (30.308) y Cantabria (28.672).

De las 50 provincias analizadas se extrae la cifra global de casi 630.000 turistas rurales. Cinco de cada 100, de esta forma, eligen Cáceres como destino. De los 31.650 que vinieron, casi 2.000 (1.885 exactamente) eran extranjeros. En este caso, la provincia cacereña ocupa una digna sexta plaza superada por Baleares, Santa Cruz de Tenerife o Las Palmas, entre otras. Otro dato llamativo es el incremento interanual que se produce. Tanto en viajeros (4.213 y un 15 por ciento) como en pernoctaciones (9.668 más de un año a otro y un crecimiento del 16 por ciento). En el primer cuatrimestre de 2013 hubo 60.402 pernoctaciones; ahora son 70.090. La comparativa de viajeros tampoco ofrece dudas: de 27.437 a casi 32.000.

«Mi análisis es que tendremos mucha más demanda para puentes, vacaciones... y menos para fines de semana y días entre semana, en los que pocos se mueven», destaca Inocencia Rey, que regenta el conocido complejo rural del Jiniebro, en la frontera entre Cáceres y Portugal, cerca de Valencia de Alcántara.

Demanda de calidad

Reconoce que los números están relacionados con la realidad en lo que respecta a una Semana Santa que ha sido mejor que la de 2013. «Cáceres desde luego en estas fechas está muy por delante de otras provincias», corrobora por su propia experiencia. Su versión no es tanto que se recuperen pernoctaciones (la estancia media se mantiene de un año a otro en 2,2) como que se está produciendo «una vuelta a tiempos pasados», con más demanda para fechas calientes y menos para el resto.

Esta veterana hostelera mantiene en cuarentena la euforia, pero aclara:_«Soy positiva porque hay una demanda de fuera de la región de calidad, que crece, pero si no recuperamos el consumo interno de nuestros paisanos extremeños y de Portugal, muchos alojamientos lo pasarán mal», pronostica.

La estadística rubrica sobre el papel las impresiones que trasladan empresarios como la propietaria del Jiniebro. El turismo extranjero ha sufrido un repunte sobresaliente. Tanto que de los 1.624 residentes fuera de España que llegaron de enero a abril de 2013 se pasa a 1.885 en 2014. El aumento es del 16 por ciento. Las pernoctaciones crecen casi un millar, un 19 por ciento.

No se trata de un dato más, puesto que como incide Inocencia Rey, «nuestros vecinos portugueses no se recuperan y eso es negativo». Los efectos de la crisis lusa no tienen una incidencia traumática, ni mucho menos, en el número de visitantes extranjeros a los alojamientos rurales de la provincia.

Establecimientos como El Jiniebro no solo logran mantenerse a flote sino que suponen una puerta abierta al empleo. En la actualidad hay más personas trabajando en el sector que antes de la crisis. También hay más establecimientos. Quizás eso explique que el número de quienes la visitan siga creciendo.