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La cita reunió a decenas de personas alrededor de la agricultura ecológica.
Supermercado ecológico en el corazón de la Ribera cacereña

Supermercado ecológico en el corazón de la Ribera cacereña

Jóvenes en paro presentan sus proyectos de producción y distribución, entre otros, una panadería nómada o una huerta

Manuel M. Núñez

Lunes, 24 de marzo 2014, 18:03

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Tomate sí, pero no cualquier tomate. O en tal caso, un tomate de verdad. Nada de plastificados a cualquier precio, por mucho que sea una gran superficie comercial cuyas acciones coticen en Bolsa donde lo compremos.

El sabor de lo auténtico, de lo que se hace en casa, en el campo, con todo el cariño y los ingredientes que la naturaleza, la sabiduría y nuestras propias manos nos permiten fue el epicentro de la reunión de ayer en el corazón de la Ribera del Marco. Junto a la charca, en los terrenos de la Universidad Popular, se puso en marcha la BBBParty, una fiesta lúdico-agroecológica en toda regla. Jóvenes desempleados confirmaron con sus experiencias que producir y distribuir productos ecológicos puede ser una salida en estos tiempos de crisis.

«El objetivo es convertirnos en cooperativa y tratar de llegar a más gente. La alternativa de las huertas es auténtica. Nosotros contamos con 25 ó 30 clientes. Les llevamos los productos a casa», relata ilusionado Iván Sabariego. Terminó Periodismo, estudió Sociología y ahora cultiva 4.000 metros cuadrados en Arroyo de la Luz. «Empezamos con 1.500 y tenemos asesoramiento de un agricultor de toda la vida que conoce al detalle el campo», cuenta su pareja, Patricia Llano, que tiene un Master en Desarrollo Rural. Patricia e Iván, cacereños, han cambiado la ciudad por el campo y se han instalado en Arroyo de la Luz. Preparan cestas de hortalizas de primera calidad desde nueve euros.

En el encuentro de ayer en el Marco participaron grupos de consumo ecológico extremeños, ecologistas y sobre todo productores que han iniciado su aventura también en la distribución.

Son emprendedores que han apostado por su propia idea, que la han hecho realidad y que están convencidos de llegar a los consumidores por el camino más sencillo pero también el más difícil, el de la calidad del material que ofrecen.

«Lo que no podemos pretender es consumir todo tipo de productos durante todo el año. Cada fruta o cada hortaliza tienen su temporada», recuerda Iván. Muy cerca, mientras se cuece la caldereta extremeña y se degusta un pitarra, se encuentra Daniel Carozo, que no ha tenido una experiencia tan positiva. Cerró su negocio y decidió cambiar de vida y cultivar un huerto. Sin embargo, no ha podido. En Cáceres no han prosperado las gestiones y en Arroyo le han dicho que tiene que estar empadronado.

Otra aventura es la de Eduardo Rol en Malpartida de Cáceres. Su Tahona Artesana La Nómada ha restaurado un horno de 1947. «Funcionamos por encargo. Nos llegan pedidos por wasap, facebook, correo». «Nos distingue el fermento de agua y harina. Es un pan que se elabora durante horas», insiste. En los tiempos en los que triunfa la baguete, el pan artificial y en el que se da prioridad a la inmediatez frente a la esencia, Eduardo levanta la voz para recordar que el auténtico pan es el que se hace con mimo y «una buena masa madre».

La Ribera se convirtió ayer en la antesala de un gran supermercado agroecológico, con la promoción de ideas innovadoras, sorprendentes, a la espera de un empujón que les permita ser alternativa a la crisis.

La comunidad BBBFarming y distintos colectivos se citaron también para estrechar lazos y dar realce a los valores en los que creen. El lema de la convocatoria, 'Cáceres para comérselo', estaba justificado.

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