Madrugá y Viernes Santo en honor al Hijo de Dios

La hermandad más joven de la ciudad, la Vera Cruz, homenajea a dos de las cofradías más antiguas y ya desaparecidas: la de Vera Cruz y la Consolación. Los pacenses la reciben ya como una de las cofradías con más sabor y este año han vuelto a arroparla por las calles del casco antiguo.

La conmemoración del Viernes Santo salió de la zona histórica de la ciudad para llegar al Cerro de Reyes, donde su vía crucis congregó también a mucho público.

En la tarde del Viernes Santo, además del cariño que despertó otro año más La Soledad, el Jesucristo Yacente del Santo Entierro fue acompañado con recogimiento. La vuelta a su parroquia, por Hernán Cortés y Francisco Pizarro hasta la Soledad, antes de entrar por San Agustín, fue uno de sus tramos más emotivos.