La ruta segura a Talavera resulta insuficiente para los ciclistas

En Don Benito hay 34,4 kilómetros por la carretera que llega hasta Valle de la Serena (EX-345), en Mérida tienen esta misma consideración los doce kilómetros que llegan hasta Aljucén por la Nacional 630 y en Badajoz los quince que separan la capital con Talavera por la N-V.

La DGT se ha comprometido a fijar en estas rutas una vigilancia específica los sábados, domingos y festivos desde las nueve hasta a las dos de la tarde.

Habrá controles preventivos de alcohol y drogas y los coches no podrán superar los 80 kilómetros por hora.

En las reuniones previas para seleccionar itinerario entre la DGT y la Federación Extremeña de Ciclismo se estableció que debían ser tramos con una intensidad de circulación media o baja, sin puntos negros o conflictivos y firme en buen estado.

También se ha tenido en cuenta la proximidad con los hospitales para garantizar una rápida evacuación a los afectados, según explican desde la DGT.

Los quince kilómetros que separan Badajoz de Talavera cumplen con todos estos requisitos. Salvo en las campañas agrícolas, es una vía con poco paso de coches durante los fines de semana y tiene el arcén suficiente para moverse en bici.

Juan Miguel Tirado es un experimentado ciclista que sale cada fin de semana. Su itinerario habitual es la carretera de Elvas. Pocos coches, buen firme y presencia casi constante de ciclistas. Lo de Talavera, cuenta, le sabe a poco. «Quince kilómetros no es suficiente. El camino habitual para quien sale en esa dirección coger la Nacional V, llegar hasta Talavera, girar hasta La Albuera y volver de nuevo a Badajoz por la 432». Por esos sesenta kilómetros que sugiere Tirado se ven cada fin de semana muchos grupos de ciclistas. «Muy poca gente sale sola. Lo normal es ir en pareja o en grupo», de ahí, que al menos parte de este triángulo haya sido seleccionado por la DGT para reforzar la seguridad.

El grupo de José María Sánchez tiene también este triángulo entre sus salidas domingueras. Llegan algunos días a la treintena.

«Cuando alguien colgó en el grupo de whatsapp que la ruta segura solo era hasta Talavera muchos no se lo podía creer, era demasiado poco». Su punto de partida es una cafetería de San Roque y siempre salen a las nueve y media. «No somos muy de cambiar. Nos gusta ver como evolucionamos y si mejoramos los tiempos».

En verano paran por las vacaciones y el calor. La rutina vuelve a partir de septiembre, por eso coinciden ambos que el verdadero efecto de esta medida habrá que medirlo en otoño.

Como casi todos los que llevan años montando en bici, Juan Miguel Tirado y José María Sánchez tienen ya bastantes sustos en el cuerpo. Afortunadamente, cuentan, nada grave que les llevase al hospital. «En una de las rotondas de Talavera un camión no frenó y lo tuvimos que hacer nosotros. Nos fuimos cinco o seis al suelo. Me dolió la espalda más de un mes del culazo. Pero podría haber sido peor..».

El ‘podría haber sido peor’es la coletilla a la que se recurre con mucha frecuencia en el ciclismo aficionado. Más de 400 ciclistas han muerto en las carreteras españolas en la última década. El pasado año fueron 33, mientras que en lo que va de 2017, según los datos provisionales que maneja la DGT, los fallecidos sobre la bicicleta alcanzan la veintena. En la Federación Extremeña de Ciclismo recuerdan que el número de licencias y de pruebas no para de crecer, de ahí la necesidad de dar alguna protección.