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La reforma educativa, más de lo mismo

La sociedad empieza a estar cansada de la imposición ideológicaen el debate educativo. Todos esperamos que nuestrosgobernantes sepan centrar los temas importantes que necesitan reforma sin desviar la atención hacia cuestiones secundarias

Miguel Rodríguez Pinilla

Jueves, 19 de julio 2018, 00:22

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Durante los últimos días diversas personalidades del mundo educativo, medios de comunicación e instituciones han manifestado una profunda preocupación ante las palabras de la ministra de Educación en la Comisión de Educación del Congreso acerca de una urgente reforma al margen del Pacto Educativo.

Después de que la propia ministra –tras tomar posesión de su cargo– hiciera algunas llamadas genéricas al diálogo y al consenso, decide unilateralmente reformar la Lomce de manera «urgente» y sin diálogo ni consenso con el resto de partidos políticos, ni con los profesores, ni tampoco con los representantes de los padres. Más de lo mismo. Parece imposible alcanzar un cierto acuerdo sobre la educación en España.

Algunos señalan que la reforma es necesaria porque –según vienen confirmando muchos organismos internacionales– tenemos serios problemas en la educación. Y yo me pregunto ¿cuáles son los graves problemas que el actual gobierno quiere abordar de manera «·inmediata»? Al ministerio le parece que son: la eliminación del criterio de demanda social –elección de las familias– a la hora de mantener los conciertos, que la asignatura de Religión –por cierto, elegida cada año mayoritariamente por las familias– pierda su carácter académico o que los itinerarios de la ESO actuales deben ser otros o no ser... y poco más.

Sin duda, estas cuestiones tienen interés, pero ¿son relevantes y «urgentes» para acometer y resolver el fracaso escolar, el desempleo juvenil, el bajo nivel de idiomas, el abandono temprano, la situación del profesorado, la falta de equidad o la formación profesional?

Volvemos a las andadas: hacer una reforma que se centre en cuestiones ideológicas alejadas de los problemas reales que tiene la enseñanza en este país y hacerla por motivos electoralistas y para ocupar las portadas de los medios de comunicación (por la división social que generan) Y mientras tanto, nuestros jóvenes españoles y extremeños sumergidos en un sistema educativo que no responde a sus necesidades.

Señora ministra, hablemos de problemas de verdad: uno de los más graves es el altísimo porcentaje de alumnos repetidores: el 31% estudiantes de 15 años en España –casi uno de cada tres– está repitiendo por primera o segunda vez alguno de los cursos de ESO. Los analistas de PISA nos aclaran que esto supone prácticamente un 20% más que la media de los países de la OCDE. Extremadura está a la cola de España con casi un 40%. Además, en nuestra comunidad es en la que más alumnos obtienen el título de ESO con nota inferior a 5 porque no aprueban todas las asignaturas. Y son casi un 28% ¿Qué dice la reforma de esto? Nada.

Otro problema: el abandono educativo temprano, o lo que es lo mismo, el porcentaje de jóvenes extremeños que tienen la ESO y no siguen estudiando, es de casi el 20%. Aunque es cierto que se ha venido mejorando en los últimos años –especialmente por el efecto del aumento del paro de los jóvenes debido a la crisis– aun no estamos en la media española, por no hablar de la distancia de más del 12% con la europea. ¿Qué dice la reforma que podemos hacer en referencia a este tema? Nada.

¿Y si hablamos del paro juvenil? Los datos del desempleo juvenil entre los menores de 25 años en España hablan por si mismos: al cierre de 2017, el paro juvenil era del 37,46%. Los que se refieren a los jóvenes extremeños son desoladores, el 51,03%. ¿No podría alcanzar acuerdos para reformar nuestra formación profesional y conseguir que los estudios superiores facilitaran la entrada de nuestros jóvenes en el mercado de trabajo? Según el Instituto de la Juventud de Extremadura, en los últimos 6 años 13.800 jóvenes han abandonado Extremadura en busca de oportunidades. Jóvenes que se tienen que ir de su región para buscar un futuro digno. De nuevo nos preguntamos si la nueva reforma dice algo de esto. Nada.

Una de las últimas encuestas internacionales realizadas en el ámbito del conocimiento de idiomas extranjeros, el conocido como Índice de Competencia en Inglés de la organización Education First, sitúa a España en el lugar número 28, el más bajo de los últimos años y uno de los peores de la Unión Europea. Extremadura obtiene el peor resultado de España. ¿Qué está fallando? ¿Por qué no mejoramos? Algo no funciona en el sistema educativo cuando la mayoría de los jóvenes que han alcanzado un buen dominio de inglés lo han conseguido porque lo han estudiado fuera del colegio. ¿Adivinen qué dice la Reforma de esto?

Es imprescindible trabajar de manera eficiente para alcanzar acuerdos y conseguir, entre todos, una mejor gestión de los recursos de los que disponemos. Y hacerlo sin excluir a nadie y sin hacer reformas legales contra nadie, porque nadie sobra para conseguir mejorar la educación.

Creo que la sociedad empieza a estar cansada de la imposición ideológica en el debate educativo. Todos esperamos que nuestros gobernantes sepan centrar los temas importantes que necesitan reforma sin desviar la atención hacia cuestiones secundarias.

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