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El césped cuidado del parque del río contrasta con los matojos al salir del recinto. :: C. MORENO

«Parece que el río acaba en el puente Real»

La maleza cubre las aceras, los árboles invaden la zona y las orillas están sin desbrozar y llenas de basuraLos usuarios critican la falta de cuidados en las carreteras que van al azud

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Miércoles, 6 de junio 2018, 07:59

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Santiago Marín quiere perder 10 kilos a sus 54 años. «Bueno, tengo que quitármelos. El médico me ha dado un ultimátum», añade. Se ha quitado las cenas y sale a caminar cada mañana porque trabaja de tarde. Su ruta parte de Jardines del Guadiana, coge el parque del río y, cuando lo termina, avanza hacia el azud hasta dar la vuelta. «Parecen dos mundos distintos. El jardín es muy bonito, pero pasas la salida y todo está lleno de maleza, se come el camino. Parece que el río acaba en el puente Real», se lamenta este vecino.

Su frase resume muy bien la indignación de los vecinos que suelen pasar por las carreteras que unen los parques de las márgenes derecha e izquierda con el azud y el Club de Piragüismo. Con la rehabilitación de las orillas del Guadiana, estas vías reciben muchas más visitas. Los vecinos las utilizan para pasear o hacer ejercicio como prolongación de los jardines. Sin embargo denuncian que el mantenimiento es deficiente.

Hace dos domingos, por ejemplo, se celebró el encuentro de hidroaviones que cada año se organiza en la ciudad. El entorno del Club de Piragüismo se llenó de aficionados a esta disciplina y curiosos que quisieron disfrutar del vuelo de estos aparatos. El solar donde se ubicó la actividad había sido desbrozado, pero los alrededores estaban cubiertos de maleza y fue un comentario muy repetido por los que acudieron a la zona. «Da vergüenza ajena porque hay gente de fuera y mira que impresión se van a llevar, si no se puede andar por las aceras porque te pinchas con los arbustos. Hay que ir caminando por la carretera. El espectáculo es muy bonito, pero esto es una lástima». El testimonio es de Marga Iglesias, que el domingo acudió a la exhibición con sus dos hijos pequeños.

«Parecen dos mundos distintos. El parque del río, muy bonito, pero pasas la salida y todo es maleza»

Santiago Marín 54 años

La falta de mantenimiento afecta a ambos lados del Guadiana, pero es más visible en la carretera del Club de Piragüismo. Los usuarios no recuerdan cuándo fue la última vez que se adecentó la zona. En ambos lados de la carretera crecen los árboles y la maleza sin control y en varios puntos ha cubierto por completo la acera. También hay arbustos que se abren paso entre las baldosas rotas. A un lado está la orilla del río, llena de matorrales descontrolados, y en el otro sentido hay terrenos sin desbroza llenos de rastrojos.

«¿Dónde está la acera? Por aquí no se puede andar. Es un peligro porque te tienes que meter en la carretera y es una zona con mucho movimiento. Mucha gente viene al Club de Piragüismo, otros a pescar, grupos de deportistas, vecinos que caminan y todos se encuentran con esta escena». Lo cuenta Lorenzo Cordero, un jubilado que sale en bicicleta casi todos los días, mientras señala un árbol cuyas ramas han crecido tanto que hacen imposible andar por la acera e incluso obligan a los coches a esquivar el follaje.

C.MORENO

Dos administraciones

Al igual que el parque de la Margen Derecha, estas carreteras fueron adecentadas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana. No obstante, desde esta administración explican que todos los paseos del tramo urbano del río fueron cedidos al Ayuntamiento, por lo que su mantenimiento depende de los responsables municipales. Los vecinos, sin embargo, también solicitan que intervenga la Confederación para limpiar las orillas del río hasta el azud, ya que parte de la maleza es de las márgenes y en ellas también se acumula la basura.

«El domingo en la exhibición de hidroaviones daba vergüenza ver cómo estaba la zona»

Marga Iglesias 35 años

El mal estado de la orilla es más llamativo en la margen derecha. Allí el área no inundada es más amplia y también acumula más residuos. Desde escombros a neumáticos, plásticos e incluso montones de camalote que ha sido retirado del agua y abandonado en la orilla.

Lorenzo Cordero señala que esta carretera es muy utilizada a diario por pescadores y también por ciclistas, como él mismo. En la ciudad se ha popularizado completar la llamada 'ruta de la pasarela'. Consiste en llegar hasta el azud por cualquiera de las márgenes, seguir hasta la charca del pollo, cruzar el río por allí por el puente peatonal que se instaló tras la última obra y volver en dirección contraria.

«El problema es que, en muchos tramos, tienes que ir esquivando ramas o con miedo de resbalar sobre la hierba. Muchos días vuelvo con las piernas con arañazos, pero es que me gusta disfrutar de nuestro río. Ojalá fuese distinto. No hace falta que todo sea parque, pero sí que esté decente», concluye este vecino.

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