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En la plaza de la Soledad, parada obligada para contemplar edificios singulares de Badajoz. Pakopí

Ocho edificios modernos de Badajoz son reconocidos para exigir su protección

La Fundación Docomomo, una organización que protege el patrimonio arquitectónico moderno, también ha inscrito diez pueblos de colonización

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Jueves, 19 de abril 2018, 08:11

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Mirar para arriba, no solo los escaparates. Esa es la clave para descubrir el abundante y valioso patrimonio arquitectónico moderno que esconde Badajoz en las alturas. Fue ese uno de los consejos que ofreció ayer el arquitecto Julián Prieto, que ejerció de guía en una visita especial por los edificios de estilo 'racionalista' de la capital pacense, una ruta que no se había hecho antes en una ciudad que casi siempre presume de Puerta Palmas, Plaza Alta, Alcazaba y poco más.

Ocho de estos edificios, entre los que se encuentran la iglesia de San José y el de la antigua biblioteca de la avenida Europa, entraron ayer en el apartado VIP del patrimonio arquitectónico mundial con el reconocimiento otorgado por la Fundación Docomomo, una organización internacional creada en 1990 con objetivo de inventariar, divulgar y proteger lo mejor de la arquitectura del Movimiento Moderno.

Y también diez pueblos

Esta Fundación ha inscrito estos edificios y a diez pueblos de colonización pacenses en su exclusivo registro de obras arquitectónicas de época moderna que necesitan ser protegidas y difundidas debidamente por las administraciones, según explicó ayer Celestino García Braña, uno de los responsables de esta Fundación en España.

Gráfico.
Gráfico.

Hasta el momento, solo el mercado de Santa Ana de Badajoz, diseñado por el arquitecto Rodolfo Martínez, había conseguido el suficiente reconocimiento para su inscripción, al igual que el pueblo de colonización de Entrerríos.

El mercado de Santa Ana, ocupado ahora por una biblioteca pública, fue parada obligada en la ruta de los edificios racionalistas. Su forma de barco no puede ser más adecuada al estar situada en una calle que antes se llamaba del Río, por ser antiguamente una zona de torrentía. Al lado, el convento de Santa Ana y el edificio de la UGT, diseñado para albergar la antigua Cámara de Comercio por uno los arquitectos más destacados del movimiento racionalista, Francisco Vacas.

A pesar de su valor, la mayoría de sus plantas están vacías y en estado de abandono, según destacó Prieto. Su color original era blanco, aspecto que fue recordado con nostalgia por algunos visitantes al comprobar su sucia coloración amarilla actual.

La ruta empezó en la plaza de España, donde el grupo de 30 especialistas en arquitectura y patrimonio de España y Portugal miraban hacia arriba, admirando la fachada del edificio Álvarez-Buiza.

Bajando por la calle Virgen de la Soledad, disfrutaron de la vista de las fachadas de los sucesivos edificios neoclásicos, modernistas, historicistas... Toda la historia de la ciudad es capaz de concentrarse entera en una misma calle. Y también en la plaza de la Soledad, donde la burguesía pacense dejó su huella con todos los estilos.

«Es una pena que a todos estos edificios emblemáticos aún no se le haya dado el valor que merecen. Ha habido peleas estúpidas, problemas de difusión... Todo se conocería mucho mejor si se hiciera un buen resumen, una buena guía», lamenta Julián Prieto. Los más curiosos que no quieran esperar pueden consultar esta y otras rutas en el Plan Especial de Protección de Badajoz.

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