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La cantaora Vicky González y la guitarrista Sara Castro, en Fuente del Maestre, donde viven. :: HOY
Las dueñas del tablao de la Plaza Alta de Badajoz

Las dueñas del tablao de la Plaza Alta de Badajoz

Vicky González y Sara Castro forman el único grupo femenino en el programa de este año

Antonio Gilgado

Badajoz

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Viernes, 4 de mayo 2018, 07:54

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En casa de Vicky siempre sonaba flamenco de fondo. De padre guitarrista y con media familia en la peña flamenca Silverio de Fuente del Maestre, todo fue rodado. Ahora, cuenta con añoranza, ya no hay tantas peñas como entonces.

Canta desde niña y con 18 años se fue a Sevilla y a hacerlo con Esperanza Fernández. Participó en su disco y se fue de gira por media España. De esa etapa guarda su participación el Festival Pirineos Sur. «Ha sido todo muy natural. Siempre he estado muy unida a esto. Aprendes a cantar y quieres dedicarte profesionalmente. No te planteas otra cosa».

Con 24 años recién cumplidos empieza a sacar la cabeza en el mundo profesional. El espaldarazo casi definitivo le llegó con 'Mehstura', El espectáculo de siete flamencas extremeñas que llevó la Junta el año pasado a Nimes, algo así como la Champions del flamenco. 'Mehstura' sigue cerrando fechas para este verano y mientras tanto Vicky trata de llenar también el suyo propio. Ya sabe que esto va por rachas. Épocas en la que no para de sonar el teléfono con mutismo absoluto. «La estabilidad te la da un tablao, pero aquí en Extremadura no hay tablao».

Casi siempre le acompaña a la guitarra Sara Castro. Se conocieron en El Rocío, coincidieron en Sevilla y ahora viven en Fuente del Maestre. Desde hace cinco años comparten escenario.

Esta tarde a las ocho y media actúan en las Casas Consistoriales en el programa de Flamenco de la Plaza Alta. Forman el único cuadro íntegramente femenino del certamen. Las mujeres, cuenta Vicky, pueden hacer de todo en el género. Cantan cualquier palo, llevan el compás, palmean y tocan la guitarra o la caja. A Sara, le empujó a la guitarra su madre. La apuntó a los siete años a clases de clásica. A los quince se cambió a la flamenca y después saltó a la Fundación de Cristina Heeren. Allí entró en contacto con guitarristas como Rafael Riqueni o Pedro Sierra. Desgraciadamente, lamenta, las guitarristas no se ven mucho en las veladas flamencas. «Hacen muchas cosas y parecen invisibles, es una pena».

Creen que ha llegado el momento de reivindicar el papel femenino en su mundo artístico. Por eso miman tanto cada representación de 'Mehstura'. Es una forma de demostrar que no necesitan a un hombre encima del escenario. Aunque queda mucho por cambiar.

En un festivales, de ocho artistas que se contratan, seis suelen ser cantaores y dos cantaoras. A veces, incluso las chicas actúan solo como teloneras. De ahí la relevancia que tiene lo de esta tarde.

Vicky y Sara traen un repertorio lleno de tarantos, seguidillas, bulerías, jaleos y tango. «Las seguidillas y las bulerías son los que más me transmiten», explica la cantaora. No es nueva en Badajoz. Asume que se pone ante un público muy aficionado y entregado. «Cuando algo le gusta mucho se nota. Te lo transmiten. En otros sitios todo es más frío. Participan menos».

Agradecen el escenario de las Casas Consistoriales para el recital de esta tarde. Íntimo y recogido.

Vicky debutó en las Casas Consistoriales hace una década y también ha pasado por el López de Ayala. La selección para la velada la tienen más que trabajada. Cada día cantan y tocan en casa.

Si paran, indican, lo notan sobremanera. Igual que el atleta pierde fondo cuando se queda varios días en casa, la voz, las manos y los dedos se agarrotan en cuanto le das descanso.

Nombres de siempre como Fernanda de Utrera, considerada la mejor intérprete de todos los tiempos o La Paquera, irrepetible por fandangos y otros más actuales como La Fabi forman el universo artístico de Vicky. El de Sara mira hacia el compás de Moraíto Chico o Parrilla. Ahora, también busca el suyo propio.

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