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Cada año hay al menos cinco casos de caballos sueltos que ponen en peligro la circulación

Cada año hay al menos cinco casos de caballos sueltos que ponen en peligro la circulación

En una semana se ha dado esta situación en dos puntos distintos, en la autovía y en la urbanización Rincón de Caya

NATALIA REIGADAS

BADAJOZ.

Miércoles, 11 de octubre 2017, 07:41

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A juicio por poner en grave peligro la circulación. El propietario de un caballo que corrió suelto la semana pasada por la urbanización Rincón de Caya se enfrenta a una condena por el peligro que causó su animal. Una semana antes la misma escena se repitió en un punto aún más peligroso, la autovía A-5, en dirección a Talavera la Real. No hubo accidentes, pero encontrarse en la carretera con un obstáculo es una de las situaciones más impredecibles.

En Badajoz este riesgo se repite, al menos, unas cinco veces cada año. Es la cifra que estima Carlos Rosas, el veterinario que gestiona la recogida de animales en el casco urbano de la ciudad. De media este experto se encuentra 5 o 6 casos de este tipo cada año. Y eso solo dentro de la ciudad. De forma voluntaria este sanitario también suele acudir a rescatar caballos abandonados en otras localidades y en muchos casos aparecen en las carreteras.

En Badajoz se han encontrado caballos sueltos recientemente en la carretera de Campomayor, en la avenida de Elvas o en la avenida Cardinal Cisneros. En este último ejemplo el animal salió corriendo por la vía de San Fernando y causó gran alarma entre los vecinos. Fueron los bomberos los que tuvieron que intervenir para pararlo. Posteriormente se localizó a su propietario y se iniciaron los procedimientos sancionadores.

En el último caso la Policía Local ha decidido poner a disposición judicial al dueño del animal

Rosas explica que lo habitual es que los caballos estén en terrenos cercanos a la carretera, ya que en esta ciudad la afición a la equitación está muy extendida. Sus propietarios no suelen mantenerlos cercados o la protección no es suficiente. «A veces los atan con una cuerda que se rompe o de cualquier manera, se sueltan y aparecen en medio de la calle», relata Carlos Rosas, que señala que la mayor parte de los ejemplos son por negligencia en el cuidado de estos animales y pide a la Policía Local que continúe con su persecución de este tipo de comportamientos. El veterinario cree que el mejor ejemplo es el de la semana pasada, cuando los agentes municipales decidieron poner a disposición judicial al propietario que dejó su caballo suelto en la urbanización Rincón de Caya.

Abandonados

A veces, al rescatar a los caballos, sus dueños se desentienden de ellos. Recientemente Carlos Rosas se ha encontrado con dos situaciones de este tipo. «En un caso era un caballo robado porque su propietario había denunciado ya hace años la desaparición y luego, el que lo tenía, lo dejó por ahí y en la otra tenía alguna denuncia anterior y tampoco quiso saber nada».

En caso de abandono, este veterinario pacense suele acoger a los animales de forma desinteresada y les busca nuevos hogares. En muchos casos se trata de animales mayores o que han sido maltratados por lo que no se pueden montar, pero sus dueños les dan una nueva vida en sus campos.

Rosas matiza que la cifra que caballos abandonados no es comparable a la de perros, pero que es cierto que se dan ejemplos en Badajoz y en los alrededores. Uno de los motivos son las poblaciones nómadas que a veces pasan por la región, en muchas ocasiones desde Portugal. Es común que este tipo de comunidades no cumplan con la normativa con los animales que viajan y además hay casos en los que los maltratan.

El último ejemplo fue en junio. La Guardia Civil localizó 13 caballos y 1 poni abandonados en una parcela de Talavera la Real. Los vecinos alertaron a los agentes de que un grupo de nómadas había dejado a los animales en un terreno al sol sin comida ni agua durante al menos tres días en los que las temperaturas superaron los 40 grados.

Las autoridades decidieron intervenir y avisaron al veterinario pacense que, apoyado por voluntarios, rescató a los caballos y al poni. Rosas estableció que varios de los animales sufrían heridas importantes además de los daños por desnutrición y deshidratación. Sin embargo, pudo salvarlos y en la actualidad, según informa este profesional, 12 de los 13 caballos ya han encontrado familias de acogida y el poni se ha integrado en la parcela con la que cuenta el veterinario. «Solo dos o tres podrán ser montados. Han empezado ahora a enseñarlos para poder montar. El resto serán para estar en el campo, pero se han salvado», explica.

Por último Carlos Rosas pide que se persiga con mayor fuerza los abusos que comenten los campamentos nómadas que incumplen todas las normativas. «No llevan chip, ni papeles ni nada. Solo con preguntarles podrían incautarse de los caballos».

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