Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
El recinto tiene siete kilómetros de estanterías. :: C. Moreno
El Archivo de la Diputación salva los ficheros de cincuenta pueblos

El Archivo de la Diputación salva los ficheros de cincuenta pueblos

El centro abre mañana sus puertas para dar a conocer sus fondos y sus funciones por el Día Internacional de los Archivos

Antonio Gilgado

Badajoz

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Miércoles, 6 de junio 2018, 07:56

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En una planta baja del pasaje de la calle Alcaraz y Alenda de Valdepasillas, en los antiguos Hogares Provinciales, se custodian más de siete kilómetros de estanterías con documentos históricos.

Allí tiene su sede el Archivo de la Diputación de Badajoz, un organismo que funciona desde 1820.

El centro organiza mañana una jornada de puertas abiertas para explicar a grupos de interesado sus funciones y sus fondos por el Día Internacional de los Archivos.

No suelen formarse visitas masivas ni grupos numerosos. La labor que hacen apenas se conoce y pasa desapercibida. Fernando Rubio, jefe de servicio, cuenta que poco a poco notan más interés por un patrimonio al que ya no todos ven como montones de papeles viejos.

«Desde antes de nacer hasta mucho después de morir, toda nuestra vida queda registrada. En un carné de identidad, en una partida de nacimiento o en historia clínica hay detrás un archivo». El ejemplo de Fernando Rubio demuestra que se trata de una disciplina más cercana que ajena al día a día. «Está muy imbricado en el desarrollo personal de cada uno».

Perciben igualmente el resucitado interés por los estudios genealógicos. La afición por bucear hasta siglos atrás en busca de los antepasados se ha extendido y los archiveros suelen ser la primera fuente a la que acuden. «Nosotros no tenemos referencias de este tipo, pero es una cuestión muy recurrente. Incluso desde el extranjero llama gente preguntando porque saben que sus antepasados más lejanos nacieron en un pueblo de Badajoz».

El camino para este tipo de información hay que buscarlo en los registros civiles o en los libros sacramentales de las parroquias.

Otro equívoco habitual es pensar que al torrente de documentación se llega a golpe de ratón. «No todo está digitalizado». En la web del Provincial, por ejemplo, hay más de un millón y medio de imágenes que se pueden consultar de su fondo, pero es el resultado de un trabajo de muchos años que se ha ido cumpliendo de forma escalonada.

En los últimos años, se han centrado en rescatar parte del legado archivístico de los pueblos. Olvidados en un rincón.

Técnicos del Archivo de la Diputación Provincial::
Técnicos del Archivo de la Diputación Provincial:: C.MORENO

Empezaron en el año 2006 y ya tienen quince archivos municipales depositados en sus instalaciones porque algunos pueblos no tienen un recinto seguro y con garantías donde resguardarlos. En otros casos, tras el rescate, vuelven de nuevo a un lugar seguro a su origen. En total, según explica Fernando Rubio, han trabajado sobre más de cincuenta archivos municipales de la provincia. Y por lo que cuenta todavía les queda mucho trabajo por cumplir. Prestan asistencia a los municipios menores de diez mil habitantes. El resto debe tener archivero municipal en plantilla por ley.

Este proceso se inicia con una visita inicial para conocer el estado de la documentación municipal.

Se lo llevan, lo organizan, hacen un inventario y digitalizan la información histórica más singular.

Almacenes sucios y húmedos, apilados junto a las herramientas de obra o las figuras de los gigantes y cabezudos suelen ser el punto de recogida. Incluso en la caseta del cementerio. «Muchos se perderán antes de que lleguemos nosotros».

El deterioro en el que llegan es evidente. Parte de lo que se guardó en su día se pierde por el camino. Ya sea por humedad, agua o polvo, pero también por destrozo intencionado.

No es casualidad que en los registros municipales se eche en falta información de años claves como 1936 o 1978. «Con la Guerra o tras el Franquismo había gente interesada en que algunas notificaciones no constaran oficialmente. Se destruían y punto». También han contribuido los eruditos locales, que se han apoderado de documentación aprovechando que nadie le daba valor. «Ahora hay más conciencia. Se concibe como un elemento patrimonial a conservar».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios