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La apertura del edifico de la antigua juguetería podría adelantarse

La apertura del edifico de la antigua juguetería podría adelantarse

Albergará cafetería, restaurante, salones para eventos y una terraza 'chill out' que podrían abrir antes que el hotel

M.F.R.

Domingo, 11 de junio 2017, 08:34

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La obra del hotel de las Tres Campanas tiene un plazo de ejecución de dos años. En este tiempo se pretende levantar un edificio nuevo en la calle Duque de San Germán que es el que se destinará a alojamiento. El inmueble de la antigua juguetería se reservará a cafetería y restaurante.

Si se cumpliesen los tiempos, a mediados del 2019 podrían estar acabados los trabajos. Sin embargo, su interrupción por la aparición de restos arqueológicos y la necesidad de excavar el solar completo, supone un freno apenas un mes después de empezar la obra.

Esto está haciendo que tanto el promotor como los arquitectos se estén replanteando su idea inicial, que era abrir al público al mismo tiempo el hotel y el restaurante, para adelantar la puesta en marcha de la antigua juguetería.

«El planteamiento inicial era hacer primero la estructura del edificio nuevo y luego ya entrar a trabajar en los dos edificios a la vez, pero si vemos que tenemos mucha dificultad con el hotel, a lo mejor entramos directamente en las Tres Campanas para que pueda abrir cuanto antes, porque el promotor lleva mucho tiempo esperando», reconoce Elena Gil, una de las arquitectas del proyecto. Esto significa, añade, «que es posible que se produzca la apertura de las Tres Campanas antes que el hotel. El promotor no lo descarta».

La intervención en el edifico de las Tres Campanas, que estará abierto a todo el público no solo a los clientes del hotel, será relativamente sencilla, teniendo en cuenta que tanto su fachada como el interior están protegidos. «Se conservará todo lo que hay en el edificio, solo cambiará su uso», confirma Gil.

La conservación del edificio es buena y solo necesitaría un trabajo de restauración de la forja y la madera y un repaso de los vidrios. Los dos ascensores -los primeros que se instalaron en la ciudad- se mantendrán también aunque sin uso, ya que no cumplen la actual normativa. A este respecto, sí se baraja en un futuro, desvela Gil, «mantener el ascensor de pasajeros y el otro desmontarlo y poner uno nuevo de cristal, porque será necesario con la capacidad que va a tener el edificio».

Más complicado se presenta el trabajo en las paredes, donde hay zonas en las que se conserva bien el estuco y otras donde se ha perdido. «Intentaremos salvar todo lo que podamos para dejarlo a la vista y las zonas que están manchadas con humedad se taparán pero de la forma menos agresiva posible».

Solo se añadirá al edificio una escalera de incendios en el patio de luces, que será -dice Gil- «una estructura ligera que irá de la cubierta hasta el sótano». Más complicado ha sido idear cómo integrar en el edificio las instalaciones de luz, climatización y sistema anti-incendios. Como solución, los arquitectos han propuesto colgar del techo unas bandejas «para que afecten lo menos posible al forjado existente», detalla.

Las Tres Campanas tendrá diferentes ambientes. La planta baja será un bar-cafetería con tres zonas: terraza cubierta, mesas altas y cocina en vivo.

Un museo en planta baja

En la planta baja se pretende hacer un pequeño museo que recuerde la vida del inmueble como juguetería de la ciudad. Para ello, van a aprovechar las estanterías de madera que hay a ambos lados de la planta para colocar juguetes antiguos y fotos. «Queremos pedirles a los ciudadanos que nos ayuden, cediéndonos las imágenes que tengan de la juguetería», pide Gil.

En la segunda planta habrá un restaurante al uso y la tercera y cuarta se reservarán como salones para la celebración de eventos. En la azotea, que ofrece unas vistas espectaculares de Badajoz, se creará una terraza tipo 'chill out'.

Las Tres Campanas es uno de los mejores exponentes del estilo modernista en la ciudad. Fue realizado a finales del siglo XIX por encargo de la familia Ramallo, aunque cumplida la mayoría de edad tuvo que restaurarse tras sufrir un incendio. Antes de juguetería, las Tres Campanas eran los grandes almacenes comerciales de la ciudad.

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