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Aspecto que presenta el vertedero ilegal de las Cuestas.
La limpieza y sellado del vertedero de las Cuestas costará 400.000 euros

La limpieza y sellado del vertedero de las Cuestas costará 400.000 euros

El Ayuntamiento ha pedido a la Junta de Extremadura un plan de eliminación de residuos para concederle la licencia de obra

MIRIAM F. RUA

Lunes, 5 de junio 2017, 07:48

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El inicio de las obras para acabar con el vertedero de las Cuestas de Orinaza está pendiente de un único trámite: la licencia municipal. El Ayuntamiento de Badajoz condiciona su permiso para que empiecen los trabajos a que la Junta de Extremadura, que es quien promueve las obras, presente un plan de eliminación de los residuos que allí se acumulan, así como un aval del mismo. «Hasta que no presenten ese plan en el que nos digan qué van a empezar a hacer con los residuos, sobre todo con la uralita, no se puede empezar la obra», detalla el concejal de Medio Ambiente, Antonio Ávila, quien apostilla: «La pelota está en el tejado de la Junta».

Esta es la última traba para que puedan comenzar las obras que prevén acabar definitivamente con el vertedero, tras su limpieza y sellado. Pese a que oficialmente el punto de acopio de ripios se cerró en el año 2014, allí se siguen vertiendo y acumulando residuos no solo de la construcción, también urbanos, orgánicos e incluso peligrosos y altamente contaminantes como el amianto.

La idea no es solo acabar con la escombrera, también se quiere reconvertir este área, tras su recuperación ambiental, en una zona verde que sirva de parque de ocio a los barrios de la margen derecha.

La inversión en estos trabajos que pretenden la recuperación ambiental de la antigua escombrera de las Cuestas será de 423.939 euros, financiados con fondos Feder y de la comunidad autónoma. Esta es la cuantía que figura en la propuesta de adjudicación para ejecutar estos trabajos, que está pendiente de su publicación oficial.

«El objetivo del proyecto es evitar un aumento en la degradación de la zona y frenar los vertidos incontrolados», explican desde la consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio.

Con este propósito, la intervención de la Junta de Extremadura en esta zona, situada a dos kilómetros del centro urbano y separado por la carretera de Campomayor, contempla tres grandes acciones.

La primera actuación será la delimitación de la zona con una cuneta seguida de un resalte. Se pretende así establecer una serie de barreras físicas que limiten el acceso y el consiguiente vertido de nuevos residuos. La segunda acción que contempla el proyecto de Medio Ambiente será la limpieza superficial y retirada de los residuos voluminosos y los peligrosos. Esta operación, explica la Junta, «se extenderá a la totalidad de la superficie, aunque será más intensiva en las zonas donde se observan este tipo de residuos y que están identificadas en la documentación del proyecto».

Se ejecutará además en una primera fase la restauración de uno de los taludes de mayor impacto visual, para lo que se desmontará primero y luego se rellenará. Con esto pretenden conseguir, dice Medio Ambiente, «que el perfil futuro se adecue lo máximo posible a la topografía natural del terreno». Tras esta primera fase, la Junta de Extremadura planteará una actuación global sobre todo el vertedero, que consistirá en la restauración topográfica general de las zonas degradadas. Con este fin, se rellenarán los taludes para suavizar su pendiente y se tratarán los residuos sobrantes del movimiento de tierras sobre el terreno. Lo harán con una planta móvil de reciclaje para los desechos de la construcción y demolición. Una vez tratados, se reutilizarán para echar la capa superficial sobre los taludes que se formen durante la fase de movimiento de tierras. Por último, se impermeabilizará toda la superficie. Con su sellado, se acondicionarán los viales y se establecerá una red de drenaje superficial y, por último, se plantará una zona arbolada, que servirá de pantalla entre la zona de viviendas colindante y el vertedero ilegal.

En el último pleno ordinario del Ayuntamiento se aprobó por unanimidad una moción, presentada conjuntamente por el PP y C's, en la que se instaba a la Junta de Extremadura a empezar las trabajos. Badajoz espera esta obra para acabar con uno de los puntos de vertido de escombros y basuras ilegales de la ciudad y regenerar las Cuestas de Orinaza. Para ello, en 2015 el Ayuntamiento se adhirió al convenio suscrito por la Junta de Extremadura y las dos diputaciones para acabar con las áreas degradadas por acumulación de ripios.

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