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Los Palomos retoman el vuelo

Los Palomos retoman el vuelo

En el manifiesto los organizadores pidieron más apoyo institucional para garantizar un cartel potente que consolide esta fiesta en la ciudad

NATALIA REIGADAS

Domingo, 4 de junio 2017, 09:24

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Mara Barjola viene a Badajoz todos los años a Los Palomos con sus amigos y ayer llegó con su pelo teñido de los colores del arcoiris y cada uña de sus manos representando también la bandera del colectivo LGTBI. A su lado un grupo de jóvenes pacenses aprovecharon la fiesta para despedir a su amigo David Sauceda que el viernes próximo saldrá hacia Letonia a cumplir un servicio de seis meses con la Brigada Extremadura XI. La escena la completó Isabel Aguilar que dejó a su marido «en casa con el fútbol y yo aquí, de fiesta». Tiene 79 años y no se pierde una edición de esta cita. «Me encanta».

El público de Los Palomos es diverso, tal y como quiere celebrar esta fiesta que ayer retomó el vuelo. Tras la edición de 2016, en la que bajó el número de asistentes en la Alcazaba, ayer el escenario central recuperó el ambiente gracias principalmente a Azúcar Moreno y Chenoa. La fiesta logró una magnífica entrada a pesar de coincidir con la final de la Champions y los organizadores quieren que se consolide como una cita fija con un cartel fuerte.

Este es el reto según reconoció ayer el presidente de la Fundación Triángulo, José María Nuñez. En la lectura del manifiesto de Los Palomos pidió más apoyo institucional. El objetivo es poder garantizar siempre cabezas de cartel, como Azúcar Moreno o Chenoa ayer, que arrastren al público.

«Queremos consolidar Los Palomos porque la ciudadanía lo pide, lo quiere. Ha hecho suyos Los Palomos», indicó ayer Núñez que pidió «un poquito de mejor cobertura para tener mejor programación y de actividades. Los Palomos no solo son una celebración de la diversidad sino un elemento de desarrollo social para la ciudad». Sacar adelante la edición de 2017, detalló Núñez, ha sido muy complicado. En este caso han contado con la colaboración de la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento de Badajoz y un patrocinador privado.

Desayuno arcoiris

Ayer la jornada comenzó a primera hora de la mañana con la II Carrera por la Diversidad. A las 10.00 horas los 205 participantes salieron de la Plaza Alta, algunos para realizar un recorrido de 5 kilómetros por el río y otros de 10 kilómetros. Mientras los deportistas, ataviados con camisetas multicolor, iniciaban la prueba, las terrazas del Casco Antiguo comenzaban a llenarse de los visitantes que han llenado los hoteles del centro este fin de semana para acudir a Los Palomos.

Javier Barra y Francisco Marcos son pareja y viven en Madrid. Ayer desayunaban en la Plaza Alta media de tomate con jamón, «que está de lujo, casi es lo mejor de Los Palomos», bromeaba Javi. Conocen bien la fiesta, han venido en cuatro ediciones y en este caso se han desplazado con otros dos amigos que van a conocer la cita por primera vez. «Les hemos animado por ser una fiesta de la diversidad sexual claro, pero también por el ambiente. Aquí viene gente más mayor, que se lo sabe pasar bien, pero con un rollo mejor, más nuestro. Y el entorno es precioso, les está encantando», explicó Francisco, que es diseñador gráfico y tiene 37 años, como su pareja. «Pronto marido», anunció.

Solo 17 minutos después del pistoletazo de salida llegó el primer corredor a la meta, de nuevo en la Plaza Alta. El ganador de la ruta de 5 kilómetros fue Tomás González. En categoría femenina se impuso Sonia Rangel. Ricardo Gonçalves y Raquel del Viejo vencieron en los 10 kilómetros.

A mediodía volvió el ambiente de los palomos a las terrazas del centro, que se llenaron. La mayor afluencia de público, sin embargo, comenzó pasadas las cinco de la tarde. La marea de asistentes fue en dos direcciones, ya que esta fiesta cuenta con dos escenarios y dos ambientes muy distintos. Por Juan Carlos I y la calle Prim se veía a los grupos de jóvenes con bolsas con alcohol que acudían a Puerta Palmas. Un año más la música electrónica pinchada por DJ y el permiso para hacer botellón llenaron el Paseo Fluvial con miles de jóvenes. Uno de los platos fuertes fue el pacense DJ Chechu que actuó por cuarta vez en Los Palomos. También acaparó muchas fotos Two Yupa. La tailandesa, que la mayoría recuerdan por ser pareja del vidente Rappel, también es DJ y ayer presentó su trabajo en el Paseo Fluvial.

Hubo una novedad, al final de la zona de botellón se colocaron sacos con cemento. El objetivo era evitar posibles atropellos masivos. Una medida antiterrorista que sorprendió a los asistentes, pero que no tuvo mayor impacto en la fiesta.

La otra marea de personas fluyó hacia La Alcazaba con un público más mayor, pero igualmente entregado. A las siete de la tarde, cuando Azúcar Moreno se subía al escenario, ya habían entrado 5.000 personas y continuaba el movimiento hacia el recinto árabe.

Devórame otra vez

Gran parte del público esperaba a las hermanas y se desató la locura cuando se subieron al escenario con vestidos de noche en rosa palo. Comenzaron con un tema nuevo, pero a continuación se lanzaron con 'Devórame otra vez' y el público las ovacionó. Dieron las gracias y les dijeron que estaban encantadas de volver a su tierra.

Minutos antes indicaron, ante los medios de comunicación, que siguen sintiéndose extremeñas aunque se marcharon de Badajoz cuando eran unas niñas. Al concierto acudieron varios familiares suyos del entorno de la Plaza Alta que estuvieron en primera fila para vitorearlas. En su repertorio tampoco faltaron Bandido o Solo se vive una vez con las que los asistentes disfrutaron especialmente.

Tras la actuación de Encarna y Toñi Salazar, DSD DJ Set ofreció un gran espectáculo con música electrónica y temas actuales mezclados con el sonido del violín y el saxofón, pero la coincidencia con la Champions hizo que parte del público se marchase.

La marea volvió tras el encuentro para ver a Chenoa subirse al escenario. La Alcazaba estaba de nuevo llena. La cantante que comenzó su carrera en Operación Triunfo es un icono para el movimiento LGTBI y ayer hizo gala de este título haciendo vibrar al público. Antes de su actuación le leyó el manifiesto de Los Palomos para recordar que se trata de una fiesta, pero con un fondo reivindicativo. Además de pedir más apoyo para la cita, José María Nuñez recordó que la Junta de Extremadura tiene pendiente crear un Plan Integral de Educación y Diversidad LGBT, «imprescindible», por ejemplo, para luchar contra los casos de homofobia en los centro educativos.

Entre el público también caló el mensaje reivindicativo. Marta Barjola, la joven con el pelo multicolor, destacó que es un orgullo que se celebre en Extremadura. «No se suelen hacer estas cosas. Es más normal en Madrid o Barcelona, pero me gusta que sea aquí. Hay que normalizarlo que luego nos lo pasamos todos genial». Isabel Aguilar, a sus 79 años, también lo tiene claro. «Yo lo respetaría. Tengo nietos y si alguno me tocara, sería para mi el más grande».

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