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MIRIAM F. RUA
Sábado, 3 de junio 2017, 09:56
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La Diputación no sabe qué hacer. Esa es la respuesta que han dado a HOY protectoras de animales extremeñas y veterinarios sobre la reubicación de los 104 perros que están en la perrera de Olivenza y que la institución provincial tiene que sacar antes del martes. El lunes vence el contrato con la perrera y sus propietarias han decidido cerrar las instalaciones.
La Diputación tiene la intención de abrir la perrera de Azuaga, unas instalaciones que son de la Junta de Extremadura, y trasladar allí a los animales que recogen en la provincia. Como aún no se han resuelto los trámites para la cesión de estas instalaciones, la Diputación ha tanteado a las perreras de la provincia y a varias protectoras para pedirles que acojan a los perros que tienen en Olivenza.
En la provincia, solo hay perreras en cuatro municipios: Badajoz, Almendralejo, Mérida y Don Benito. En la de la capital hay actualmente una veintena de perros y sus instalaciones solo tienen 22 cheniles. Mérida y Almendralejo, según las protectoras, están saturadas, y en Don Benito no pueden entrar perros de momento porque sus instalaciones se quemaron en un incendio hace dos meses y aún no se han reparado.
A esto se suma el llamamiento que están realizando algunas protectoras de la región, con la federación al frente, para que no acepten acoger a animales de la Diputación si esta no cambia su modelo de recogida y gestión de los animales abandonados.
La Diputación, dice el escrito que están promoviendo: «No ha hecho nada para solucionar los problemas de fondo. Ha articulado la solución al caso de Olivenza de forma que parezca una situación urgente, que coacciona moral y emocionalmente a las protectoras a acomodar a los animales que están en Olivenza».
En su opinión, la Diputación de Badajoz está intentando descargar su responsabilidad sobre las protectoras de animales, presentándoles la situación como una emergencia. Ante esto, piden que ninguna se haga cargo de los animales que están en la perrera de Olivenza, si la Diputación no se compromete antes a cambiar el sistema de atención de los animales recogidos por los laceros de la provincia.
Gestión municipal
En este sentido, una de las propuestas pasa porque sean los propios ayuntamientos de la provincia los que gestionen la recogida y cuidado de los animales abandonados en su término municipal. Esto facilitaría la tarea de acogida y adopción de los perros frente al actual sistema centralizado, en el que recae sobre una o dos protectoras el trabajo de encontrarle hogar a los animales de toda la provincia. Temen que el anunciado traslado de la perrera provincial a Azuaga sea también un traslado del mismo problema que se ha venido reproduciendo en Olivenza.
Critican también la falta de campañas de concienciación sobre el abandono animal por parte de la Diputación y le afean su despreocupación por la salud de los animales que recogen los laceros.
La tercera vía para realojar a los animales sería que la Diputación pagase el alojamiento de sus animales en alguna residencia canina. El coste, en este caso, oscilaría entre los 120 y los 150 euros por animal al mes, más los gastos de alimentación.
Entretanto, la Diputación reiteró ayer que sigue trabajando para reubicar a los perros. El veterinario de la institución provincial estuvo ayer en Olivenza recogiendo datos e imágenes de todos los animales. Por su parte, las responsables de la perrera confirmaron que la Diputación sigue sin darle información sobre el destino de los animales que albergan en sus instalaciones.
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