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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Beatriz del Prado, Miguel A. López y María José Álvarez junto a uno de los socavones. :: j. v. a.
Una nueva tubería de agua acabará  con los reventones en Francisco Guerra

Una nueva tubería de agua acabará con los reventones en Francisco Guerra

La calle cuenta ahora con tres zanjas y los vecinos han soportado tres cortes de suministro durante la semana pasada

Rocío Romero

Lunes, 15 de mayo 2017, 07:51

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«Cada vez que entro en mi peluquería, lo primero que hago es ir al cuarto de baño para ver si tengo o no tengo agua. Si la han cortado, tengo que apagar el calentador eléctrico y comprar garrafas. Ya no es el gasto de tener que anular las citas con las clientas, sino que se pueden estropear las cosas del negocio». Así resume Beatriz del Prado, de la peluquería Elektra, los problemas que tiene cada vez que estalla la tubería de la avenida de Francisco Guerra. Para ella no es ninguna novedad, los reventones se repiten desde hace años. Y cada vez con más frecuencia.

Los vecinos y comerciantes han sufrido hasta tres cortes de suministro entre el sábado y el lunes de la pasada semana. En la calle se aprecian también los desperfectos. Aún quedan dos socavones distintos en un tramo de la avenida, todos en la misma margen. El jueves taparon el tercero, tras el arreglo de la última rotura.

El Ayuntamiento anunció la obra de sustitución de la tubería hace más de un año, pero aún no lo ha hecho. Ahora ha aprobado el expediente administrativo para contratar la obra.

La actuación consiste en la sustitución de la tubería de abastecimiento que discurre por la margen de los edificios afectados, los que están en la acera más próxima al río. Se cambiarán 375 metros lineales de tubería y se incrementará su sección para dotar de mayor caudal (que no presión) a todo el área que abarca. El importe de las actuaciones previstas, incluidas todas las conexiones a los edificios, asciende a 183.640 euros.

El proyecto está redactado y todo el expediente se encuentra en trámite administrativo para su posterior publicación y adjudicación, por lo que se espera que la obra comience en las próximas semanas.

Beatriz del Prado espera que llegue ya la solución porque «me cuesta mucho sacar el dinero, soy autónoma, pago el local y pago mis impuestos». En el último año ha tenido cinco cortes inesperados y uno más del que le avisaron con antelación. La semana pasada volvió a tener problemas, la tubería reventó en la noche del domingo día 7. Así que al día siguiente por la tarde no tenía suministro y tuvo que anular las citas de sus clientas. «Sin agua no puedo trabajar», repite.

Pide que el Ayuntamiento arregle de una vez por todas la tubería. «Si tienen que estar un mes entero arreglando la tubería y cortando el suministro, que me lo digan y yo me arreglo. Pero solo parchear y sin dar una solución definitiva no podemos estar. Hay un agujero cada diez metros. En la puerta tengo una zanja desde hace tres meses, vienen casi todas las semanas, hacen fotos y se van», lamenta.

Los problemas se concentran en un margen de la calle y en un tramo determinado, dado que hay otra parte que engancha a las canalizaciones de la acera de enfrente.

Beatriz del Prado no es la única que sufre los problemas. Hace seis años que abrió otro negocio al lado de la peluquería dedicado al cuidado de las uñas. Aunque no requiere de agua de una forma constante como la peluquería, sí que la usa. Ketuli Sequeira, de Patricia Nails, explica que siempre han tenido estos problemas.

Tres cortes desde el sábado

Más lo notan en la tienda de alimentación M.M. Miguel Ángel López Cordero regenta el comercio. El domingo día 7 estaban abiertos a las once de la noche, cuando los camiones de Aqualia acudieron a reparar la última avería. Convirtieron las vías de servicio donde se aparca en una calle de doble sentido para los vehículos. Desde ese sábado han tenido tres cortes de agua en su negocio: El sábado, el domingo y el lunes. María José Álvarez, su compañera en la tienda, explica que no han sufrido más interrupciones en el suministro desde el lunes pasado, pero que la zona donde aparcan sí que la han alterado el miércoles y el jueves para arreglar la avería. A pesar de no haber sufrido cortes en varios días, no se muestra muy confiada. «No tardará el siguiente», dijo ayer a este diario.

Los vecinos también sufren las contrariedades de la deficiente red de tuberías. Leo Lucio se mudó a la calle en el año 2000 y lleva bastante tiempo sufriendo las inconveniencias de la red de aguas. La semana pasada volvieron los reventones. Se quedó sin agua el sábado día 6, desde la tarde hasta bien entrada la madrugada, y el lunes desde las tres de la tarde hasta la noche. «Normalmente cuando se estropea una vez, repite».

Leo Lucio explica que los reventones se intensifican en verano, con bastante frecuencia. Eso se explica porque las tuberías viejas son de fibrocemento y estallan con las subidas de presión cuando faltan consumidores en la zona y por altas temperaturas. «Al ser averías inesperadas, tengo los problemas normales de no tener agua. El lunes acababa de poner el lavavajillas y tuve que apagarlo inmediatamente. Tengo las inconveniencias habituales de quedarte durante toda una tarde sin agua», añade.

De los 500 kilómetros de tuberías que llevan el agua potable, el 70% es de fibrocemento. El 30% restante es de polietileno, el material que se ha ido colocando en los últimos años y que ha demostrado ser más resistente a los picos de presión y a los cambios de temperatura. Son estos dos factores los que hacen que las antiguas conducciones estallen.

El Ayuntamiento tiene un informe en el que se calcula que las obras prioritarias costarían 7,5 millones de euros. Hace unos años, el Gobierno local planteó la posibilidad de crear un canon para financiar las obras, pero finalmente lo descartó y van realizando los trabajos poco a poco. Durante 2016 se realizaron otras obras en la red de abastecimiento. Esto es, de agua limpia. Fueron en la carretera que lleva a La Granadilla, la calle Castillo de Montemolín (en la urbanización Guadiana), la calle Araucaria (en Llera) y la calle Zurbarán (centro).

Por otro lado, el Ayuntamiento acaba de sacar a concurso la sustitución del colector de la calle Cardenal Cisneros. Esto es, de aguas sucias.

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