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El método Feldenkrais llega a Badajoz

El método Feldenkrais llega a Badajoz

El cuerpo humano se convierte en el protagonista único de esta práctica de educación somática

Marta Muñoz

Lunes, 15 de mayo 2017, 22:50

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"Padezco fibromialgia y artrosis reumática y gracias al método, he mejorado mucho en movilidad". Así de rotunda se refiere la emeritense Juana Caballero al método Feldenkrais.

La extremeña, aún en proceso de formación, quedó encandilada con esta práctica cuando la probó.

En unas vacaciones, alternativas, Caballero tenía la necesidad de 'buscarse', como ella misma afirma. Se incorporó a un grupo de personas que estaban practicándolo y, a partir de ahí, se sintió tan bien que tenía claro que debía dedicarse a esto. Y así fue.

Este método, creado por el israelí Moshé Feldenkrais, encuentra su esencia en la interacción entre diferentes series de movimientos coordinados y el aprendizaje sensomotórico individual que va desarrollando la persona a través de una profunda toma de conciencia de su propio cuerpo.

El método no es nuevo. Desde hace muchos años, se practica por todo el mundo. Sin embargo, a nuestro país no llegó hasta hace 10 años. Ha tenido que pasar todo este tiempo para que en Badajoz se empiece a hablar de él aunque, según reconoce Caballero, lo conoce poca gente aún.

Feldenkrais tiene dos modalidades. La primera es grupal y se define como autoconciencia a través del movimiento. La segunda, individual, es lo que se conoce como integración funcional o IF.

En las clases, los alumnos están sentados, tumbados y, a veces de pie. Se busca eliminar la gravedad del medio para no hacer nada de esfuerzo. El alumno va siguiendo unas serie de instrucciones que le va dando el profesor y va explorando, sin esfuerzo y lentamente. En la práctica no hay errores, todo está bien y todo vale. Se trata de experimentar. No se muestra nada. Las personas aprenden por sí mismas. Yo he aprendido a buscar todos mis movimientos y a encontrarlos. Al principio te resulta todo raro, admite la emeritense.

Estas clases van dirigidas a todas las edades y a personas con cualquier condición física ya que no requiere esfuerzo. Es la persona la que pone sus propios límites. Además, no existen diferentes niveles. Cualquiera puede incorporarse a una clase aunque no lo haya practicado con anterioridad.

Caballero reconoce que en un principio, los alumnos no saben a qué van. Se sienten sorprendidos con el transcurso de la clase. Buscan imitar. Pero aquí no se imita nada. No hay un modelo externo al que imitar, reconoce. Sin embargo, no tiene dudas de que, una vez finalizada la actividad, todos los alumnos se muestran satisfechos con el resultado. Aprendes desde el placer y no el esfuerzo, admite la emeritense.

Beneficios del método

El método Feldenkrais posee numerosos beneficios físicos. Alivia tensiones, dolores físicos, estrés, ayuda a la respiración... En casos de accidente, favorece en la recuperación de la movilidad.

Desde el punto de vista psicológico, la profesora en formación destaca que también amplía la conciencia expandiendo tu forma de pensar. Abres la mente, la creatividad se expande. Te abres a más cosas, no solo te quedas en el cuerpo. Se va a la vida y a la forma de vivir, afirma Caballero.

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