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La vegetación invade el patio escolar del antiguo colegio Nuestra Señora de Bótoa. :: j. v. arnelas
El antiguo edificio del colegio Bótoa cumple dos años vacío y sin fecha para la demolición

El antiguo edificio del colegio Bótoa cumple dos años vacío y sin fecha para la demolición

La vegetación ha invadido el patio escolar, las vallas se han oxidado y los vecinos temen que se caigan o se produzca un incendio

Natalia Reigadas

Lunes, 15 de mayo 2017, 07:58

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Hace dos años que los vecinos contemplan día a día como se deteriora el antiguo edificio del colegio Nuestra Señora de Bótoa en la calle Stadium. En 2015 los escolares decoraron este inmueble como si fuese un castillo medieval. Fue su particular homenaje antes de mudarse a la nueva sede en Antonio Cuéllar Grajera. Entonces se indicó que la estructura sería demolida para dejar al aire el tramo de muralla que tapa. Dos años después esta construcción sigue en pie y vacía, la vegetación invade la zona y los vecinos temen que se produzca un incendio o se caiga el vallado.

Actualmente el edificio está en manos del Ayuntamiento de Badajoz. En septiembre del año pasado el pleno municipal aprobó la desafección del inmueble, es decir, que dejase de tener uso educativo. La intención municipal es demolerlo e instalar una zona verde que se una al parque de Los Cañones y deje ver la muralla. Sin embargo, no hay fecha para llevar a cabo estos planes. Desde el Consistorio indican que se están esperando a poder reservar una partida presupuestaria para tal fin.

La mejor esperanza eran los fondos europeos Poctep, de cooperación transfronteriza. Se trata de unas ayudas que Badajoz había solicitado junto con Elvas y Campomayor para intervenir en las fortificaciones abaluartadas, pero el proyecto pacense ha sido rechazado. Sin embargo el día que se conoció esta pérdida de fondos el alcalde, Francisco Fragoso, anunció su intención de invertir fondos DUSI en esta zona por lo que podría financiar así la demolición.

Los vecinos de la zona piden que el proceso se acelere. Así lo ha solicitado en numerosas ocasiones la Asociación de Vecinos de Pardaleras. Entre los residentes la principal preocupación es que el deterioro del edificio aumente y comience a provocar molestias. «Está el patio que las malas hierbas tienen más de un metro y ahora con el calor cualquier día salen ardiendo. Porque, además, la gente lanza basura por encima de la valla y se acabará convirtiendo en un vertedero». Se lamenta Pilar Mazorra, que vive en la calle Stadium.

«Es una pena verlo así», se lamenta esta vecina, que recuerda que durante más de 20 años, los que lleva residiendo frente al centro, ha observado como los niños entraban y salían. «Es una pena que no le hayan buscado otro uso, pero ya que está vacío, que lo quiten y que sea un jardín».

Lo mismo opina Pedro Gutiérrez, que vive en la avenida de Pardaleras. Este vecino señala otra de las preocupaciones del barrio, que las vallas o el árbol del interior del patio se caigan. El vallado es de red metálica, está oxidado y temen que se desprenda.

La falta de presupuesto no es el único obstáculo con el que se ha encontrado la demolición de este antiguo colegio. Tras la mudanza se anunció que sería derribado, pero no quedó claro de quién sería esta tarea, si del Ayuntamiento pacense o de la Consejería de Educación, que hasta ese momento ocupaba ese inmueble. Ambas administraciones señalaban a la contraria y así pasó el primer año desde que los escolares se marcharon.

Durante ese periodo las instalaciones no estuvieron completamente vacías porque un equipo de orientación de la Consejería de Educación aún utilizaba algunos despachos de estas instalaciones. Finalmente se marcharon y la situación pareció desbloquearse porque ambas administraciones dieron un paso adelante.

En junio del año pasado la Consejería de Educación firmó y dio traslado al Ayuntamiento una resolución de la Delegación Provincial autorizando el procedimiento de desafección. Faltaba entonces que el pleno municipal aprobase este proceso. Eso ocurrió en septiembre, solo unos meses después. Desde entonces el edificio es plena responsabilidad municipal, pero no ha habido avances sobre su demolición.

El corredor verde

La demolición exigiría, en primer lugar, un proyecto sobre el derribo y posteriormente llevar a cabo la obra. Además de eliminar el inmueble de dos plantas, se quitaría el vallado y se recuperaría el solar para convertirlo en una zona verde.

El objetivo final del Ayuntamiento es crear un corredor verde desde Los Cañones (Puerta Pilar) hasta la Plaza de Toros. El proyecto, sin embargo, está en el aire. Por ahora no hay fecha para la demolición del antiguo Nuestra Señora de Bótoa y las antiguas instalaciones deportivas de la calle Stadium, que también iban a ser demolidas, se han convertido en un aparcamiento de Adeba.

«Esperábamos que se hicieran otras instalaciones deportivas. También se dijo que un gimnasio y hasta una piscina, pero al final se quedó como estaba y pasan los años. Los mismos que con el colegio», se lamenta Paco Andújar, vecino de la calle Stadium. «Una zona que estaba mejor hace 30 años que ahora. Tiene narices».

Otra preocupación de los residentes de la zona es que el antiguo colegio sea ocupado ilegalmente. Por ahora, sin embargo, no hay indicios. Las persianas están completamente cerradas, las puertas clausuradas y se indica que hay un sistema de seguridad que protege el antiguo centro escolar.

El miedo de los vecinos de Pardaleras se debe a que las pistas deportivas de la calle Stadium han estado ocupadas ilegalmente durante mucho tiempo. Los sintecho que trabajaban como 'gorrillas' en Ronda del Pilar ocupaban las oficinas de las que fueron las instalaciones deportivas de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo. Desde que funciona como aparcamiento, señalan los vecinos, la zona está más cuidada aunque siguen lamentando que no se recupere este espacio como dotación para el barrio.

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