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Los vecinos muestran la orden de clausura ante el edificio que tiene la antena. :: j. v. a.
Piden la retirada de una antena que tiene una orden de clausura desde hace 1 año

Piden la retirada de una antena que tiene una orden de clausura desde hace 1 año

Vodafone, propietaria de esta instalación en el polígono de La Paz, explica que tiene recurrida la decisión del Ayuntamiento pacense

NATALIA REIGADAS

Domingo, 30 de abril 2017, 08:37

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En Badajoz hay 70 antenas de telefonía para dar cobertura a los teléfonos móviles que prácticamente todo el mundo lleva en el bolsillo. Algunas se encuentran instaladas encima de los edificios. Una de ellas mantiene enfrentados a los vecinos de un bloque de viviendas del polígono de La Paz con la compañía Vodafone. Los primeros llevan luchando dos años para lograr la retirada de la instalación porque consideran que está demasiado cerca de sus casas. Hace un año lograron una orden de clausura y cese de actividad del Ayuntamiento de Badajoz, pero la compañía recurrió y aún no se ha ejecutado.

Los vecinos que encabezan la lucha son los residente en el número 1 de la calle José Luis Cortés. La antena está en la azotea del edificio que tienen a solo unos metros, el número 12 de la calle República Dominicana. Su mayor miedo es que la radiación les afecte, ya que la base de telefonía queda a pocos metros de las casas. «Por favor, yo le pido al alcalde que intervenga lo máximo que pueda. Están mis dos hijos y una nieta viviendo allí. Yo miro a la niña en el salón y tiene la antena al lado», se lamenta Puri Medina López, propietaria de uno de los pisos.

El administrador de esta finca, Raúl Nieto-Sandoval, relata que la lucha de los vecinos comenzó hace dos años, cuando solicitaron una revisión. «Hay unas distancias que respetar y unos niveles de radiación que no se pueden superar. El problema es que, cuando solicitamos a Protección Ambiental del Ayuntamiento que viniesen a hacer unas mediciones, se desplazaron los técnicos con mucha disposición y amables, pero nos indicaron que los aparatos para hacer las mediciones los tiene Industria y que ellos no los tenían. Sí constataron que la antena estaba muy cerca».

Tras esta visita al edificio, los técnicos municipales revisaron los permisos de la antena de telefonía y constataron que Vodafone tenía autorización del Ayuntamiento para el mástil de la antena, pero no licencia de funcionamiento de la misma, destaca Nieto-Sandoval. «Por lo que solicitamos la clausura. Además, si ahora la empresa intentase conseguir la licencia de funcionamiento debería adaptarse a la normativa actual y es más complicado», añade el administrador del edificio.

En marzo de 2016 llegó la respuesta municipal. El Consistorio dictó una resolución «ordenando la clausura inmediata y el cese de actividad y la retirada de la actividad de la estación base de telefonía móvil que se venía desarrollando careciendo de la licencia municipal de apertura».

Un año después, sin embargo, la antena continúa en funcionamiento. Antonio Álvarez, presidente de la comunidad de vecinos, explica que lo último que supieron es que falta un permiso del Ministerio de Industria para poder retirar la antena. «Después de todas las gestiones nos han dicho que retirar la antena podría depender de un permiso de Industria y no sabemos cuándo. Todo el mundo nos ha atendido bien, pero no se resuelve».

Respuesta de Vodafone

La propietaria de la antena, la empresa Vodafone, defiende que la base de telefonía es inocua para la salud y aclara que está tratando de resolver la clausura que les ordenaron en marzo de 2016.

«La antena cuenta con licencia municipal desde el año 2001. En 2016 Vodafone presentó recurso contra la orden de cese de actividad que aún no ha sido resuelto por el Ayuntamiento», explican desde el departamento de comunicación de Vodafone.

La compañía remite sus informes sobre móviles y salud. Los mismos analizan el impacto de estas instalaciones en la población. «Se han realizado miles de estudios científicos sobre los efectos de los campos de RF (radiofrecuencia) en la salud. La comunidad científica cuenta con más datos sobre este tema que sobre la mayoría de los productos químicos. Instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyen que no hay evidencias que convenzan a los expertos de que la exposición a campos de RF de dispositivos móviles y estaciones base que funcionan dentro de los límites de la norma, tengan efectos adversos en la salud», es una de las conclusiones de Vodafone.

Sin embargo, los vecinos de Jose Luis Cortés tienen «mucho miedo a los efectos perjudiciales para la salud», según destaca el presidente de la comunidad de propietarios. Antonio Álvarez se basa en las conclusiones de la Iniciativa Ciudadana Europea contra la Contaminación Electromagnética. Este movimiento defiende que la cercanía de las antenas provoca alteraciones del sueño, depresión, trastornos nerviosos, cambios de humor, fatiga y otras patologías más graves como ciertos tipos de cáncer. «Son muchos años esperando que la retiren y muchos vecinos luchando», añade Isabel Almazán.

Por último, los residentes de este edificio destacan que esta instalación está muy cerca de varios centros educativos, ya que algunos de ellos se concentran en estas calles. El más cercano es el colegio Santa Teresa. También están a unos metros el Santa Marina, el Oscus-Dolores Sopeña y el Guadiana, además del instituto Rodríguez Moñino.

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