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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
Mucho público en la inauguración del pasado martes en la Biblioteca de Extremadura. :: J. V. A.
Las fotos de Leonardo Rodríguez retratan al Badajoz del final de siglo XX

Las fotos de Leonardo Rodríguez retratan al Badajoz del final de siglo XX

La familia donó a la Biblioteca de Extremadura miles de negativos que se hicieron a partir de los años cincuenta en el estudio de la calle Obispo

A. GILGADO

Lunes, 27 de marzo 2017, 08:06

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Leonardo Rodríguez García ( Badajoz, 1920- 2003), comenzó a trabajar como fotógrafo en el estudio de José Garrorena de la calle Obispo San Juan de Ribera.

Aprendió el oficio y tras la muerte de Garrorena en 1950 se convierte en el oficial de la casa en la etapa en la que el estudio estuvo regentado por su viuda. Ya en los años sesenta se establece por su cuenta y abre 'Leonardo Fotógrafo'. Su hijo tomó el relevo y la tienda permaneció abierta hasta hace pocos años en la calle San Juan.

Dos generaciones con negativos dan para un fondo con miles de fotografías de estudio, en soportes de vidrio y acetato. Este fondo lo donó el hijo de Leonardo Rodríguez a la Biblioteca de Extremadura cuando se jubiló y cerró el negocio familiar.

Por el objetivo de Leonardo Rodríguez pasaron grupos de todo tipo, desde familias antes de las bodas a militares y religiosos.

La exposición refleja también la evolución histórica de la ciudad. El conjunto lo forman doscientos retratos que Leonardo hizo durante más de treinta años en su estudio y se ha organizado por décadas. Las primeras corresponden a los años cincuenta y las últimas a los setenta. Este paseo cronológico de todo el conjunto resulta especialmente enriquecedor. En los primeros años cincuenta, con las fotos en blanco y negro, a los retratados se les ve con gesto serio, poco habituados a ponerse delante de la cámara. Ya en los setenta, con el color, destacan poses naturales y los retratos no son solo a las familias más adineradas de la ciudad.

El material que ha preparado la Biblioteca de Extremadura aporta mucha información sobre cada época. Se han documentado, por ejemplo, los usos sociales a través de bodas, reuniones familiares o actos públicos. Más allá de la sorpresa que se pueden llevar algunos al identificar a antepasados suyos en la exposición, la recopilación aporta un amplio abanico de detalles.

El vestuario, los peinados y hasta los propios gestos dan una idea muy concreta de como era la vida cotidiana en la ciudad hace más de sesenta años.

La secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas, agradeció en la inauguración la generosidad y la visión de su hijo Leonardo, que entendió el valor histórico del tesoro que había acumulado su padre en su carrera profesional y entendió la necesidad de conservarlo. La Biblioteca le tomó el testigo porque parte de su cometido consiste en conservar el patrimonio y hacerlo vivo para que llegue a la gente y no duerma en las salas.

La exposición se puede ver hasta finales de abril y por el vestíbulo de la biblioteca han pasado, además de los familiares de Leonardo Hernández, muchos de los que habían sido retratados en su día por el fotógrafo.

El revelado del fondo familiar ha sido posible gracias a los medios digitales de la Biblioteca y en la selección final se han elegido precisamente aquellos negativos que permitían las ampliaciones de calidad.

La muestra se completa con el apoyo de un catálogo explicativo editado por María Eulalia Martínez Zamora, profesora de Historia del Arte y Estética de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura. La profesora destaca el valor que hoy tiene la fotografía de aquella época. Hasta no hace mucho tiempo, recuerda, era habitual detenerse delante del escaparate de Leonardo para ver las fotos. «Es un inmenso álbum familiar pacense».

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