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Evaristo Fdez. de Vega
Viernes, 24 de marzo 2017, 23:30
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La comunidad de propietarios de un bloque de pisos de la calle Adelardo Covarsí, en la barriada de Santa Marina, ha denunciado la inacción del Ayuntamiento a la hora de combatir las molestias nocturnas que sufren desde que en el bajo del edificio funciona el pub Groucho Copas. «El problema es que ahora funciona como local para gente joven y el escándalo es brutal, muchas veces organizan fiestas que empiezan a las 4 de la tarde y no terminan hasta las 4 de la madrugada», afirman.
Los vecinos disponen de un informe técnico del Servicio de Protección Ambiental del Ayuntamiento en el que se califica de «intolerable» la actividad musical. Ese estudio fue realizado en diciembre de 2014 en un piso de la primera planta y el sonómetro utilizado detectó en dos dormitorios interiores un exceso de ruido. El aparato midió 36,3 decibelios en una de las habitaciones y 37,01 en el otro (el máximo admisible es de 0,30).
Como fuente de ese exceso se apuntaba a la actividad musical del establecimiento, fundamentalmente a las bajas frecuencias procedentes de los amplificadores.
La concejal delegada de Policía Local, María José Solana, ha confirmado que ese informe llevó al Ayuntamiento a ordenar en enero de 2015 la suspensión de la actividad del negocio hasta que fueran tomadas las «medidas correctoras» necesarias para cumplir con la normativa de ruidos. El local presentó un recurso de reposición en contra de esa suspensión, pero fue rechazado por las autoridades municipales.
María José Solana explica que varios meses después el establecimiento envió al Ayuntamiento una documentación que acreditaba la adopción de las medidas correctoras necesarias para cumplir con la normativa acústica. «En ese momento se le envió la información al vecino demandante y nos comunicó que sí habían disminuido las molestias».
Hecha esa comprobación, el Ayuntamiento decidió conceder de nuevo licencia de uso y actividad al pub Groucho Copas el 17 de febrero de 2016, según ha indicado la concejal de Policía Local.
A pesar de lo expuesto por María José Solana, la comunidad de propietarios asegura que nadie les había informado del levantamiento de la suspensión de actividad hasta que a comienzos de este mes solicitaron reunirse con responsables de la Policía Local y con la propia concejal delegada para transmitirles la indignación que sienten al ver que el ruido es continuo de jueves a sábado. «A raíz de esa reunión nos hemos enterado de que un vecino había dicho que los ruidos se habían reducido, pero a la comunidad no se le había notificado».
Con licencia de uso
Desde la comunidad se expresa que aunque el Ayuntamiento de Badajoz asegura que el local cuenta con licencia de uso y actividad desde hace más de un año, hasta ahora no se les había comunicado el cierre de ese expediente, por lo que no han tenido la posibilidad de mostrar su oposición. «No sabíamos nada hasta que a mediados de este mes nos lo han dicho telefónicamente».
María José Solana, por el contrario, defiende que el procedimiento ha sido correcto. «El principal impulsor de la denuncia (el propietario del piso donde se hizo la medición) tuvo constancia de la obra que hizo el pub y dijo que se había producido una disminución importante del ruido».
Con este argumento, el Consistorio da por cerrado el procedimiento iniciado en 2014, por lo que debería iniciarse otro si los vecinos denuncian ahora ruidos intolerables. «El problema es que se nos obliga a comenzar de nuevo. Hay jubilados que duermen durante el día y de noche ven la tele para no sufrir, estudiantes que son incapaces de concentrarse porque no descansan, vecinos que se han ido del bloque... Necesitamos que actúen ya», clama una vecina.
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