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Natalia Reigadas
Jueves, 23 de marzo 2017, 23:36
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La primavera no ha llegado ni con calor ni con olor a flores a Badajoz. Esta semana varios barrios de la ciudad se han visto sorprendidos por el fuerte hedor a abono (fundamentalmente de origen ogánico, como el estiércol). No se trata de algo peligroso. Ha coincidido que se han fertilizado campos cercanos para prepararlos para la siembra. Sin embargo ha provocado molestias y varios vecinos han llamado a la Policía Local alertados.
El mal olor también se ha convertido en un tema de conversación recurrente en la ciudad, tanto en las calles como en las redes sociales. Las quejas señalaban que el hedor llegaba por algún vertido en el río o por residuos de alpechín, los restos de la aceituna. Ambos casos se han dado en otros momentos en la ciudad, pero no esta vez. Ni en la Policía Local ni en el Seprona hay denuncias de este tipo.
El olor procede, según señalan desde la Policía Local, de los campos de siembra como suele ocurrir en esta época. Las lluvias de los últimos días y otras circunstancias, como el viento, han provocado que el hedor sea más intenso que en otras ocasiones.
Los campos están principalmente entre la carretera de Olivenza y La Granadilla. Por esa razón la mayor parte de las quejas llegan de los residentes en Valdepasillas, aunque ha habido vecinos molestos en otras zonas de la ciudad. El olor no supone un riesgo y no hay vertidos ilegales, como en otras ocasiones. En marzo del año pasado la ciudad también amaneció hablando del mal olor. En ese caso fue un camionero el que perdió parte de su carga de abono cuando circulaba por la autopista. Fue en la avenida Antonio Masa Campos, a la altura de la avenida Colón.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 9.15 horas de la mañana cuando un tráiler de gran tonelaje que circulaba en dirección al puente de la Universidad perdió gran parte de la carga que transportaba y el estiércol provocó un desagradable olor en las calles aledañas. La Policía Local tuvo que acudir de urgencia para cortar parte de un carril y dirigir la circulación en la zona. Una patrulla buscó al camión, que ya estaba llegando a Gévora, para interceptar y denunciar al conductor que alegó que no se había dado cuenta del vertido.
Aguas residuales
En otras ocasiones han sido las averías en el sistema de aguas residuales las que han disparado las críticas por el mal olor. Este problema ha sido especialmente grave en los arroyos Rivillas y Calamón que han soportado vertidos de forma habitual. También el desagüe El caño de la Cambota, en el Guadiana, a la altura del polígono de La Paz, ha sido la causa de muchas quejas vecinales.
Por último los arroyos Rivillas y Calamón también han centrado las quejas por malos olores durante años. En este caso porque no se limpiaba el cauce. Finalmente la zona fue limpiada en agosto para acabar con este problema.
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