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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
José María Soriano y Juan Carlos Vidarte.
Guerra por el liderazgo vecinal

Guerra por el liderazgo vecinal

Soriano y Vidarte aspiran a presidir el Casco Antiguo en una campaña polémica

J. López-Lago

Viernes, 9 de diciembre 2016, 23:17

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Por primera vez en el Casco Antiguo dos candidatos se presentan para dirigir la Asociación de Vecinos. Y no va a ser una pugna tranquila pues los aspirantes tienen diferentes modos de afrontar el proceso de renovación de esta directiva vecinal. De un lado, José María Soriano, presidente desde hace ocho años que quiere revalidar el cargo. Enfrente, Juan Carlos Vidarte, tan popular o más como el anterior en el barrio y que aspira a encabezar este colectivo. El cargo no tiene remuneración.

El primer enfrentamiento ya tuvo lugar el pasado 27 de octubre, cuando se convocó una asamblea para votar a la nueva directiva y el aspirante Vidarte acudió con nuevos socios que querían darse de alta ese mismo día. Hubo polémica sobre si los recién llegados a la asociación podían elegir el nuevo presidente. La votación se aplazó hasta que se calmaran los ánimos y se revisara de manera consensuada el censo con derecho a voto, para lo cual hay que estar al corriente de la cuota, de un euro al mes, y que mucha gente no paga. No fue una discusión serena. Soriano calificó aquella tarde como «desagradable». Vidarte habló de «pucherazo».

Aquel episodio en la sede vecinal de la Plaza Alta auguraba un proceso enconado. Ahora Vidarte y su equipo quieren que las elecciones sean el próximo viernes, día 16 de diciembre, para lo cual asegura que ya les han concedido el salón de actos de la Concejalía de Juventud en Ronda del Pilar para celebrar allí la asamblea extraordinaria.

Por su parte, Soriano decía ayer que quiere dejar atrás cuanto antes este trámite, pero esperará a que pasen las fiestas navideñas para fijar esta asamblea extraordinaria con el fin de revisar correctamente el censo, que en las últimas semanas ha crecido debido a los inscritos que ha aportado Vidarte. Este afirma que, atendiendo a los estatutos, el pasado 30 de noviembre pidió al presidente actual el censo oficial, que ha transcurrido el plazo legal y no ha obtenido respuesta. Además, afirma que hay un número suficiente de personas más del 10% de los asociados que pide la celebración de esa asamblea extraordinaria para renovar la actual junta directiva. Según los estatutos, añade, debe haber una asamblea en la cual, si no hay votación, el segundo punto del orden del día habla de una moción de censura contra el actual presidente, lo que podría derivar en una gestora al frente de la asociación vecinal.

Dos visiones distintas

Mientras tanto, la dos facciones hacen campaña por su cuenta. Según José María Soriano, jubilado, antiguo director general de Patrimonio y que presentará una lista renovada al 80 por ciento en su junta directiva, es positivo para el Casco Antiguo que él vuelva a salir elegido. «Hay que profundizar en lo que se ha hecho antes porque en estos últimos tiempos la asociación de vecinos ha adquirido prestigio y protagonismo entre las instituciones, que al final son las que te dan o te quitan cosas porque aportan los fondos, permiten sacar adelante los proyectos». Concreta que hay que insistir en la rehabilitación de El Campillo, conseguir una casa de la cultura para el barrio y unas instalaciones deportivas. «Cuando se logren yo daré un paso atrás para que alguien más joven y con ganas de trabajar ocupe el cargo».

La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo maneja, según Soriano, un presupuesto que ronda los 15.000 euros al año. La mayor parte viene de subvenciones y se gastan en las fiestas patronales de San José y en la Primavera Cultural que instauró la actual directiva.

Para Juan Carlos Vidarte, fotógrafo con un negocio en la calle La Soledad, «la asociación está abandonada y el Casco Antiguo cada vez está peor». Habla de cómo ha decaído el número de socios y que «el Ayuntamiento está contento con Soriano porque apenas protesta cuando hay una serie de temas de salud y seguridad que habría que abordar. Tengo planes ambiciosos, ilusión, fuerza y, modestia aparte, mucho más tirón», decía ayer Vidarte.

Ahora la disputa está en llegar a un acuerdo sobre el número de socios que pueden votar y cuándo debe ser esa asamblea.

Según los datos de Soriano, hay en torno a 400 socios, pero solo 200 atienden sus cuotas y por tanto podrían votar. Para Juan Carlos Vidarte a la asociación pertenecen 160 vecinos, de los cuales setenta los ha conseguido él en las últimas semanas.

Según lo observado en anteriores convocatorias, no suele acudir más de la mitad de los vecinos con derecho a voto a este tipo de elecciones vecinales, si bien es cierto que nunca antes se había presentado más de un candidato.

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