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Miembros de la plataforma SOS Casco Antiguo entregaron ayer las firmas en el Ayuntamiento. :: pakopí
Vecinos del Casco Antiguo entregan dos mil firmas para frenar su degradación

Vecinos del Casco Antiguo entregan dos mil firmas para frenar su degradación

La plataforma ciudadana ha pedido una reunión con Fragoso para presentarle el plan de barrio que han elaborado para revertir su situación de abandono

MIRIAM F. RUA

Jueves, 8 de diciembre 2016, 09:44

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Hace dos meses un grupo de vecinos del Casco Antiguo decidió poner en marcha una campaña de recogida de firmas, 'online' y en papel, para sumar apoyos a su lucha, el fin del abandono del barrio histórico de la ciudad. Ayer, tres de esos vecinos que se han agrupado bajo el nombre de SOS Casco Antiguo llevaron hasta el Ayuntamiento las dos mil firmas que han recogido en este tiempo.

Dos mil adhesiones que, como explica el portavoz de la Plataforma Luis Pacheco, «son de vecinos del Casco Antiguo pero también de ciudadanos de Badajoz y de fuera que aman el Casco Antiguo porque, a diferencia de otras zonas, este es el corazón de la ciudad, el barrio de todos».

Junto a la entrega de firmas, la plataforma solicitó formalmente también una reunión con el alcalde, Francisco Fragoso, para presentarle el plan de barrio que han elaborado ellos mismos en este tiempo. «Lo que nos diferencia de otras asociaciones es el tono constructivo con el que queremos acercarnos al Ayuntamiento. Nosotros no solo venimos a quejarnos y a pedir, aportamos también las soluciones», cuentan.

Para la elaboración del plan de barrio del Casco Antiguo los vecinos han trabajado en temas como la limpieza, la seguridad, la iluminación, la accesibilidad, el fin de los solares convertidos en depósitos de ripios, el desalojo de las casas ocupadas por toxicómanos y prostitutas, la rehabilitación de las casas deshabitadas...

Se han estudiado a conciencia las ordenanzas municipales y los planes y estrategias aprobados, impulsados, promovidos o suscritos por el Ayuntamiento y con todo eso, han preparado su propio plan para intentar frenar la degradación del barrio y su abandono de más vecinos. «Todo lo que proponemos en el plan de barrio está en las ordenanzas, por eso no pedimos nada que no esté regulado por el propio Ayuntamiento», detallan.

«No hay obras faraónicas»

En su desarrollo, han tenido además en cuenta el presupuesto porque antes de ponerse a trabajar tenían claro que apostarían por soluciones sencillas para que la actuación sobre el Casco Antiguo no se demorase. «En nuestro plan de barrio no descubrimos la pólvora. No hay obras faraónicas ni actuaciones costosas, hemos tenido muy en cuenta ese aspecto. Se trata de hacer grandes transformaciones a partir de pequeñas actuaciones», relata Pacheco.

La plataforma SOS Casco Antiguo dará a conocer su plan de barrio una vez que se lo presente al alcalde o al edil en quien delegue. Posteriormente, su idea es hacerlo público para sumar apoyos e ideas del resto de grupos políticos, asociaciones y ciudadanos. Además, quieren que sea un documento vivo, porque aunque el plan lo han cerrado para cumplir el plazo que se dieron de tenerlo listo antes de que acabara el año, ya tiene nuevas propuestas para incorporarlas.

La clave de todas las actuaciones que han ideado en el plan del Casco Antiguo es la repoblación del barrio y frenar la pérdida de vecinos que viene sufriendo. «La gente que nos vinimos a vivir al Casco Antiguo lo hicimos, aparte de porque lo amamos, porque había unos planes municipales y un proyecto para el barrio. Pero resulta que estamos peor que hace diez años, el barrio está más degradado, es más marginal y hay más conflictos», relatan.

Esto ha llevado a muchos ciudadanos a mudarse a otras zonas de la ciudad, proliferando las casas vacías en el Casco Antiguo que son ocupadas por la fuerza y que dan lugar a muchos de los problemas que denuncia la plataforma vecinal, como el incivismo, la prostitución, el consumo de drogas o la suciedad. Por eso, en el plan de barrio tienen puestas todas sus esperanzas de lograr revertir la decadencia y el abandono de años. «Queremos un casco histórico digno, amable, vivo y hospitalario», reclaman.

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