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La mala calidad de las viviendas, causa de la pobreza energética

La pobreza energética suele asociarse al invierno, pero en una ciudad como Badajoz con temperaturas extremas en verano, este problema deja de ser estacional

m.f. rua

Miércoles, 27 de julio 2016, 21:49

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La pobreza energética suele asociarse al invierno, pero en una ciudad como Badajoz con temperaturas extremas en verano, este problema deja de ser estacional.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la pobreza energética es la incapacidad de mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud. En verano, la temperatura adecuada, según este mismo organismo, es de 25 grados. Este umbral se rebasa fácilmente en Badajoz, donde ayer la temperatura máxima fue de 38,1 grados y para hoy se espera que se alcancen los 42 grados de máxima y los 21 de mínima.

Las causas de la pobreza energética están en los bajos ingresos en el hogar, que imposibilitan costear la energía de los aparatos de climatización, pero también en la calidad insuficiente de las viviendas. Y esta última es la causa más frecuente de la pobreza energética en verano en Badajoz.

Tal y como cuenta Javier Ramos, responsable del área de intervención social de Cruz Roja, «las familias que sufren pobreza energética suelen vivir de alquiler y buscan pisos que sean lo más barato posible pero que no están ni acondicionados ni aislados». No obstante, reconoce que, en estos casos, «aunque estas familias tuvieran aire acondicionado en sus casas no podrían ponerlo».

Desde Cruz Roja se han atendido en lo que va de año a 45 familias pacenses a las que se les ha abonado el pago de los suministros de electricidad de dos meses como máximo «para no cronificar el problema», aclara Ramos. Sin embargo, la mayoría de estas facturas coinciden con los meses de invierno «porque se pagan mayores cantidades».

Esta misma tendencia se da entre los beneficiarios de las ayudas de mínimos vitales puestas en marcha por la Junta de Extremadura para paliar los efectos de la pobreza energética. Según los datos facilitados por la consejería de Sanidad y Políticas Sociales, las facturas de electricidad que han recibido para justificar el pago de las ayudas se corresponden con los meses de invierno, de octubre a febrero.

La pobreza energética no es un problema asociado exclusivamente a la condición de marginalidad. Como explica Javier Ramos «nosotros atendemos también a trabajadores que tienen unos ingresos tan mínimos que no pueden pagar su factura de la luz».

También hay otra realidad, confiesa, la de aquellas familias de clase media que, aunque no acuden a Cruz Roja a pedir ayuda, «con la crisis económica y pese a habitar en viviendas que están muy bien acondicionadas y que tienen aire acondicionado no pueden ponerlo porque su situación laboral se ha deteriorado».

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