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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
El coche tapa el lugar donde está el rebaje. A derecha e izquierda, los pasos que no pueden usar porque tienen bordillo.
Tres meses sin paso de cebra

Tres meses sin paso de cebra

Los antiguos pasos de peatones no pueden utilizarlos con sus sillas de ruedas y el nuevo, que tiene rebaje, todavía no ha sido pintado

Evaristo Fernandez

Domingo, 3 de abril 2016, 09:30

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La calle Solano de Figueroa siempre ha sido peatonal. Está dividida en cuatro tramos, pero sólo en el último existe plataforma única. Los desniveles de las aceras fueron eliminados en ese trocito de calle a finales del pasado año y la nueva placita, que hace esquina con la oficina de La Caixa de Ricardo Carapeto, fue inaugurada hace tres meses. Pero todavía hoy, por paradójico que parezca, los vecinos que se desplazan en silla de ruedas tienen difícil acceder a ella.

Una vez dentro de la plataforma única, el desplazamiento se realiza con total comodidad. No hay escalones ni desniveles y el solado resulta perfecto. Pero ese privilegiado espacio sólo pueden utilizarlo quienes pueden caminar. El resto se juega la vida a diario para superar el escalón que tiene la acera de uno de los laterales.

Técnicamente, el desarrollo de la obra podría haber sido ser perfecto. Cuenta con un rebaje en la acera para que los vecinos procedentes de la parte alta de Solano de Figueroa (los que bajan desde la carretera de Corte de Peleas en dirección a Ricardo Carapeto) puedan acceder a la nueva plaza sin necesidad de subir un bordillo.

Esa rampita se ubica en una de las aceras de la calle Fray Luis de Granada, que es paralela a Ricardo Carapeto. Justo enfrente existe otro rebaje para que las personas que necesitan atravesar Fray Luis de Granada puedan continuar su ruta por Solano de Figueroa en dirección a la carretera de Corte de Peleas.

Hasta ahí, todo bien. Pero los vecinos han denunciado estos días que después de tres meses nadie se ha encargado de pintar el paso de cebra que debería conectar ambos rebajes. Para colmo, tampoco han pintado de amarillo el bordillo, por lo que es frecuente que los coches estacionen justo en el lugar donde está la rampa que permite salvar el bordillo.

En cualquier calle de Badajoz eso sería un despropósito. Pero en Solano de Figueroa resulta aún más grave porque en el segundo tramo de la calle viven cinco personas que se desplazan en sillas de ruedas, y otra mujer más que tiene dificultades para subir escalones. «Hemos ido a la Policía Local de San Roque, hemos llamado a la inspección de la calle Montesinos, pero aquí no viene nadie», se queja Nandi Sánchez Martínez, que tiene 78 años.

No pueden multar

Este vecino con problemas de movilidad es de los más combativos y el viernes reunió a todos los afectados para que se unieran a la protesta. «Los guardias han venido varias veces, pero dicen que no pueden multar porque no está prohibido aparcar. Una vez llamaron al dueño para que quitara el coche, pero no lo denunciaron porque no existe prohibición de estacionar».

Mientras explicaba la situación, un pequeño coche de color rojo tapaba el lugar donde se ha rebajado la acera. En ese pequeño utilitario tenía clavada la vista Antonia Martínez, una vecina de 71 años que no puede caminar. «A mi hijo Enrique le cuesta mucho trabajo subir el escalón con mi silla: ¡Pega cada topetazo!».

En ese momento, otra vecina llega a la plaza. Se apoya en una muleta y mueve los pies con dificultad. «Tengo que agarrarme al coche -el utilitario rojo mal aparcado- para no caerme», se lamenta.

Nandi Sánchez explica que hasta hace unos meses había dos pasos de peatones, con sus correspondientes rebajes, que permitían cruzar la calle Fray Luis de Granada. Pero cuando se construyó la plataforma única los técnicos consideraron necesario eliminar esos dos pasos de cebra y construir uno nuevo en el centro. Para ello, ordenaron eliminar los cuatro rebajes que había (dos en cada acera) para abrir los dos que conectarían el nuevo paso de peatones.

Todo se hizo tal y como estaba previsto, pero alguien olvidó pintar el nuevo paso de peatones en la calzada y tampoco pintaron de amarillo los bordillos de los nuevos rebajes, por lo que los vehículos aparcan justo delante. «A una señora se le dio la vuelta la silla porque la empujaba un señor muy mayor. Tuvieron que pedir ayuda para levantarla en el centro de mayores», denuncian.

Cansados de esperar, Nandi Sánchez, Antonia Martínez, José Carmona, Milagros Fermoselle y Francisca García Pardo decidieron fotografiarse el viernes delante del coche rojo para pedir que les atiendan. «Un policía nos dijo que lo más rápido es que lo pintáramos nosotros, porque en el Ayuntamiento no tienen pintura, pero es que no nos atrevemos», concluye Nandi Sánchez.

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