Borrar
Directo Directo | La Veracruz de Badajoz también suspende su salida en procesión
Marta Nadal, Isabel Rolán y María Jesús Vázquez, en la sede de la Asociación Oncológica. :: J. V. Arnelas
«Somos mucho más fuertes  de lo que creemos»

«Somos mucho más fuertes de lo que creemos»

La Asociación Oncológica Extremeña tiene a ocho psicólogos repartidos por los hospitales de Badajoz para atender a pacientes y familiares

Antonio Gilgado

Miércoles, 10 de febrero 2016, 07:13

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Como paciente, Isabel Rolán echó de menos más apoyo psicológico para afrontar su enfermedad. Fue hace casi veinte años y ahora encabeza la Asociación Oncológica Extremeña (AOEx), la organización regional más grande de España que atiende a pacientes oncológicos. Con 16 sedes repartidas por toda la región, desde el principio apostó por el apoyo psicológico. Empezaron con voluntarios, pero en cuanto tuvieron recursos económicos contrataron a un grupo de psicooncólogos especializados. El equipo lo forman en estos momentos ocho especialistas repartidos por Badajoz, Mérida, Zafra y Don Benito.

«Cuando te dan el diagnóstico te vienes abajo. La palabra cáncer tiene la connotación de que te vas a morir y toda la familia empieza a hundirse, por eso vimos la necesidad del apoyo psicólogico», recuerda Isabel.

Hace veinte años, cuando empezó junto con otras doce personas a formar la asociación para pedir una atención integral y más cercana a los pacientes, sólo había un psicólogo de la unidad de psiquiatría.

En el Día Internacional del Cáncer que se celebró el pasado jueves, la AOEx destacó los avances que se han dado los últimos años, pero también la necesidad de seguir progresando en este camino. Fisioterapeutas, logopedas y trabajadores sociales forman, junto a los psicólogos, el otro batallón que lucha contra el cáncer, a la sombra de oncólogos, quimioterapia y nuevos avances médicos. En la AOEx mantienen la filosofía con la que nacieron: el tratamiento integral. En la provincia de Cáceres trabajan otros siete psicólogos y la idea pasa por intentar ampliar los equipos, aunque los recursos llegan hasta donde llegan. «Hacemos malabarismos para mantener los servicios que prestamos. Organizamos carreras, cenas, nos presentamos a todos los proyectos...», resume Isabel.

Beneficios

Con trece años de servicio, Marta Nadal es una de las psicooncólogas más veteranas de la organización. Cuenta que los beneficios de la asistencia psicológica durante el tratamiento están ratificados científicamente. Ayudan a controlar la ansiedad ante los tratamientos, pues muchas veces, por temor a hablar de la enfermedad, el enfermo acaba afrontándola en soledad y con angustia. «La familia evita hablar del tema y el paciente también por no preocuparles». Marta entiende que las consultas con los psicólogos ayudan a superar el shock de la noticia. «En realidad, somos mucho más fuertes de los que creemos, hay gente que te reconoce cuando pasa un tiempo que nunca pensaron que afrontarían con fortaleza la enfermedad».

María Jesús Vázquez trabaja en el Perpetuo Socorro como psicooncóloga infantil. En su caso, acompaña a las familias desde el inicio del proceso y está integrada en el equipo médico que trata a los pacientes. En muchos casos, la angustia a la que se enfrentan los padres les hace sentir una especie de pesadilla. «Es muy común que te digan que lo viven como un mal sueño del que esperan despertar como si nada estuviera ocurriendo». En cierto modo, explica, su papel consiste precisamente en ayudarles a asumir la situación.

En esta lucha psicológica que se convierte el cáncer para muchos enfermos, también ayuda escuchar a los que superaron la enfermedad, lo que Isabel Rolán llama el 'efecto espejo'. En los últimos años también ha visto cómo poco a poco se ha ido perdiendo el miedo a hablar de la enfermedad en la espera pública. Expresiones tan recurrentes como «una larga enfermedad» o «algo malo» reflejan el rechazo social a hablar del cáncer. Por experiencia, recomienda asumir la situación con naturalidad y no ocultar lo que sucede a familiares o amigos cercanos. «Eso al final te acaba generando una incertidumbre y no es fácil gestionarla».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios