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Antonio Gilgado
Jueves, 28 de enero 2016, 09:05
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Por si alguien se pierde con las Candelas de la ciudad, la secuencia es muy simple. Santa Marina y San Fernando se alternan cada año en el orden de celebración. El sábado pasado quemó sus marimantas el centro y este fin de semana le toca a la Margen Derecha.
La dinámica será la de siempre, concentración de asociaciones de vecinos, juveniles y sociales en la cabecera del puente de Palmas, desfile de varias comparsas por la subida de la estación y hoguera junto a la iglesia de Santa Teresa para seguir con la tamborrada en el parque de San Fernando, verdadero epicentro de la fiesta.
Pero puede que este formato no se repita más y el próximo sábado sea el último. Los promotores se plantean irse con la fiesta a otro sitio porque no tienen el apoyo de los hosteleros de la plaza. «Si encontramos otro sitio en la Margen Derecha donde los empresarios nos apoyen, nos vamos, no tenemos compromiso con nadie». Así de tajante se muestra el veterano dirigente vecinal Ricardo Cabezas. El presidente del Gurugú aclara que no le están pidiendo mil euros a cada bar o tienda del barrio, bastaría con una aportación común o el compromiso de sufragar algún gasto del evento. Reconoce que no entiende la falta de implicación con una cita que reúne a más de ocho mil personas, sólo por la noche, pero con un goteo constante de gente durante todo el día.
Si hace buen tiempo, explica, ya a mediodía cuesta encontrar sitio para comer y por la noche, tras el reparto de los bocadillos de patatera, se abarrotan. «Para ellos es muy rentable, no entiendo la razón por la que no colaboran».
Los organizadores explican que la fiesta se ha consolidado gracias al apoyo económico del Ayuntamiento y a la colaboración de los voluntarios, que desinteresadamente participan.
Ahora piden también que los empresarios se involucren para seguir ganando público porque no buscan llegar sólo a los cuarenta y cinco mil vecinos de la Margen Derecha, a medio plazo quieren que seguidores de toda la ciudad participen en la fiesta. «Si en vez de tener a doce o catorce comparsas desfilando tenemos veinte, pues mejor».
Ricardo Cabezas aclara que no buscan polémica, pero el cambio de ubicación se plantea por la escasa respuesta de los empresarios. «Es una fiesta atractiva que si por ejemplo, en la Urbanización Guadiana la quieren tener, pues nos vamos allí».
La polémica entre los hosteleros y la asociación de vecinos en San Fernando recuerda a la que protagonizaron en el Carnaval de 2012 en San Roque. En este caso fue la Falcap, la agrupación que aglutina a muchas comparsas, la que decidió no participar en el Entierro de la Sardina de ese año porque los empresarios del barrio no habían participado en los gastos del desfile infantil. Como protesta, decidieron pasar el martes de Carnaval en San Francisco y el desfile de San Roque quedó inusualmente deslucido.
Al año siguiente, y por mediación del Ayuntamiento, volvieron de nuevo a la cita de la avenida Ricardo Carapeto.
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