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Los vecinos del centro piden soluciones para las casas ruinosas tras otro derrumbe

Los vecinos del centro piden soluciones para las casas ruinosas tras otro derrumbe

La vivienda que se desplomó en la calle Eugenio Hermoso afectó a la de al lado, cuyos ocupantes han tenido que marcharse

Natalia Reigadas

Miércoles, 20 de enero 2016, 07:44

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Leonor Adame vive en el número 46 de la calle Eugenio Hermoso, en el Casco Antiguo. Este fin de semana se derrumbó una casa abandonada a tres puertas de la suya. La vivienda anexa sufrió daños y sus inquilinos han tenido que marcharse. Esta vecina vive con el miedo de ser la próxima. Los dos inmuebles que rodean su hogar están deshabitados y en mal estado. Desde su terraza ha visto como las paredes se van deteriorando y el techo se hunde. «Por las noches escucho crujidos y cómo se mueve. Temo que se caiga», confiesa.

Como ella muchos vecinos de la zona histórica viven junto a inmuebles ruinosos. Las lluvias provocaron el último derrumbe, como es habitual, y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé precipitaciones en Badajoz desde hoy hasta el viernes.

En concreto el suceso, en el número 52 de Eugenio Hermoso, se produjo porque el agua se acumuló en una terraza de la primera planta y finalmente el techo se vino abajo. La Inmobiliaria Municipal, que estudió el suceso, explicó ayer que el agua no encontró salida por la falta de mantenimiento de los desagües.

Además de los daños en esta vivienda desocupada, el desplome afectó a la casa anexa, que es propiedad de la Inmobiliaria Municipal. En el momento del suceso sus ocupantes, dos hermanos de 71 y 81 años, estaban en la cocina y se llevaron un gran susto, según explica otro de los hermanos, Sebastián Píriz.

Píriz detallaba ayer que, por el momento, los bomberos les han prohibido rotundamente entrar en la vivienda. El Ayuntamiento se ofreció a costear un hotel, explica este pacense, aunque ha preferido llevar a sus hermanos a su casa. Ayer la Inmobiliaria Municipal indicó que el inmueble en el que vivían permanece cerrado de manera cautelar y que están buscando otra vivienda municipal para realojar a los afectados.

Mientras, sus vecinos piden una intervención del Ayuntamiento de Badajoz en las casas ruinosas. En la calle Eugenio Hermoso la mitad de los inmuebles están desocupados y muchos de ellos presentan señales de deterioro.

Es el caso de las casas que rodean la de Leonor Adame, que cada noche teme que venza. «Si el tejado cae puede desplomarse la medianera sobre mi casa, que está arreglada», se lamenta.

El tejado hundido que preocupa a Leonor se ve perfectamente desde la terraza de Antonio Morales, cuya vivienda está en la esquina entre Eugenio Hermoso y la calle Afligidos. Lleva más de 30 años allí y se siente frustrado porque el estado de las casas que rodean la suya se va deteriorando. Tejados hundidos, casas selladas para evitar que sean fumaderos de droga y solares abandonados desde hace años.

El mayor problema, en su caso, es un solar en la calle Afligidos. Hace años estaba abierto y provocaba problemas en la zona porque se colaban los toxicómanos. «Metieron colchones allí y al final ardió. Hubo un incendio», se lamenta Antonio Morales. Este también es un peligro muy extendido en la zona monumental. Según datos del Servicio Municipal de Extinción de Incendios, de media se produce un fuego al mes en casas abandonadas del Casco Antiguo.

Para evitar esto, finalmente un vecino decidió, por iniciativa propia, sellar la entrada del solar de la calle Afligidos. El problema ahora es que este terreno ha quedado sin mantenimiento. Cuando llueve se forman balsas de agua y la humedad ha invadido la casa de Morales. Dos paredes están muy afectadas. Este vecino también pide que el Consistorio intervenga y obligue a los propietarios a tener en condiciones sus parcelas.

El último derrumbe se ha producido en Eugenio Hermoso, pero el peligro amenaza a muchas calles. En época de lluvias se han producido varios sucesos de este tipo en Encarnación y Luis de Morales. También Porrina de Badajoz.

En 2011 la Concejalía de Urbanismo inspeccionó un millar de inmuebles entre Plaza de España y la Alcazaba y determinó que una cuarta parte estaba en mal estado, es decir, necesitaba obras para garantizar su seguridad. Las calles Concepción Arenal, San Lorenzo y Encarnación fueron señaladas como las más preocupantes por el número de inmuebles en estado ruinoso.

Desde entonces algunas viviendas se han demolido y otras se han rehabilitado. En otros casos se ha optado por evitar el peligro sellando las calles, como el caso de Encarnación y Norte, que llevan más de un año cerradas por el peligro de derrumbe. También se han instalado andamios, como en la Plaza de San José, junto al Arco del Peso, para evitar que los edificios se desplomen. Sin embargo sigue habiendo casas en mal estado que preocupan a los residentes.

Ayer, según recogió Efe, el presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, José María Soriano, aseguró que se están cayendo casas porque «no se hace nada» ante el mal estado de estos inmuebles, al no crearse el plan de rehabilitación de viviendas frecuentemente demandado por los vecinos. Soriano apuesta por la rehabilitación en lugar de la creación de vivienda nueva.

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