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Ayla en su nuevo hogar con sus rescatadores, Adrián, Verónica y Mónica. :: casimiro moreno
Ayla encuentra hogar tras siete años en la calle

Ayla encuentra hogar tras siete años en la calle

Unos jóvenes de San Roque han rescatado a esta galga que sufrió un atropello en Ronda Norte

Natalia Reigadas

Lunes, 26 de octubre 2015, 07:07

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Ayla es la ballena blanca de las personas que se dedican a rescatar animales en Badajoz. Durante siete años esta galga ha logrado escapar de los muchos intentos por capturarla para darle un hogar y ha sobrevivido en la calle. Finalmente sufrió un atropello y varios jóvenes, con ayuda de los bomberos de la ciudad, lograron cogerla. Ahora se acostumbra a dormir en su cama y a comer en un cuenco mientras se recupera de sus heridas.

Si Ayla ha demostrado con su capacidad para escapar que es Moby Dick, el capitán Ahab es Mónica Tinoco, más conocida como Nika. Esta joven de 26 años se encontró por primera vez con la galga cuando tenía 19 y lo rememora como si hablase de una historia de amor. «Era de noche, en Ronda Norte, y ella estaba con un macho y un podenco. No pudimos acercarnos porque estaba muy oscuro, pero apareció y se marchó. Esa es la primera vez que la vi. Es una perra especial».

Nika, junto con su hermana gemela Verónica, su cuñado Adrián, y otros voluntarios, se dedican desde hace años a rescatar animales de la calle y buscarles un hogar adoptivo. Son muy conocidos por esta labor y les suelen llamar los propios vecinos cuando ven un perro en la calle.

Desde que comenzó con esta labor, Nika ha logrado rescatar a muchos perros, pero Ayla se resistía una y otra vez. «Lo hemos intentado con un lazo, con dardos, con una jaula..., pero se ha librado de todo. Una vez consiguió entrar en la jaula, llevarse la comida y escaparse. Es muy lista».

En estos años, eso sí, esta joven ha rescatado varias camadas de los cachorros que ha tenido Ayla. «La primera vez fueron ocho, la segunda vez no llegué a tiempo y murieron atropellados. Otra vez tuvo seis y otra cuatro y en otras ocasiones también han muerto por atropello, pero ella es una súper mamá. Los tenía muy bien criados», explica. Nika añade que no fue fácil encontrar familias para todos estos cachorros, pero que se han asegurado de que estén en buenas casas.

De hecho, esta joven no facilita adopciones fuera de España porque le gusta llevar un seguimiento de los perros que rescata y poder acudir a recogerlos si hay algún problema. Se puede seguir su trabajo en su página de Facebook SOS Callejeros Badajoz. Su principal objetivo es recoger a los perros en la calle antes de que vayan a la perrera, donde se enfrentan a un posible sacrificio. El caso de varias camadas de Ayla no es el único que acabó mal. «A veces llegamos tarde», se lamenta Nika. Se refiere a las ocasiones en las que la llaman para que rescate un animal, pero no lo encuentran y fallece, en muchos casos por atropello.

El rescate

Ayla estuvo a punto de ser una víctima más. Sufrió un accidente en Ronda Norte. Una conocida la vio y llamó a Nika. «Por la descripción pensé que era ella enseguida». El rescate no fue fácil. La encontraron tumbada en un solar, pero en cuanto les vio huyó, aunque tenía que arrastrarse.

Finalmente la rodearon en la avenida y comenzaron a acercarse. Adrián se agachó en el suelo y fue reptando hasta la perra. «Iba con la mirada baja, mostrándole respeto». Finalmente el veterinario Carlos Rosa, que colabora con el Ayuntamiento en la recogida de animales abandonados, pudo ponerle el lazo y los bomberos acariciaron al animal para tranquilizarlo.

Las lesiones de Ayla se van curando, aunque camina con dificultad porque tiene artrosis en las rodillas tras tantos años sola. Sigue muy delgada, pero se ha adaptado a vivir en una casa. Está acostumbrada, por ejemplo, a beber agua de los charcos, pero en solo unos días a aprendido a golpear el cuenco para que se lo rellenen. Nika quiere quedarse con ella, ya que tienen una relación especial. Aún no sabe si podrá. Tiene otros dos perros, está en paro y no tiene ningún subsidio. Si no puede cuidar de la perra, quiere encontrar una familia especial que cuide de Ayla.

Con esta historia Mónica Tinoco quiere destacar el problema que existe en Badajoz con los perros abandonados. Hay muchos en la calle, especialmente galgos que, si no son aptos para la caza o envejecen, son dejados de lado por sus dueños.

«En una ocasión encontramos un galgo, el veterinario escaneó el microchip, llamamos al dueño y nos pidió una foto. La miró y dijo que quería cederlo porque ya no lo quería. Eso pasa mucho. En cuanto tienen algo que no les gusta, les matan o les abandonan», detalla Nika. «Otra vez nos encontramos un galgo con una herida enorme en el cuello, un agujero. Le habían arrancado el chip para no poder rastrearlo. Sufren verdaderas barbaridades».

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