La falta de vuelos impide que el turismo de congresos crezca en la ciudad

Alfonso Marzal, organizador del congreso que tiene lugar esta semana en Badajoz, señalaba también hace unos días las complicaciones surgidas por las pésimas conexiones que tiene la ciudad más grande de la región. «Cuando se empezó a organizar había aeropuerto y desde mitad de verano ya no hay vuelos. Aquí hay muchos atractivos, como la riqueza natural o el trato de la gente, pero traer a las personas a Badajoz es un gran problema al faltar aviones o un tren. En nuestro caso hemos tenido que derivar a mucha gente a Lisboa».

En 2006 abrió sus puertas el Palacio de Congresos Manuel Rojas y la nueva instalación, en pleno centro de la ciudad, levantó muchas expectativas. Nueve años después, se han desinflado. Lo confirman en las recepciones de dos de los principales hoteles -AC y Zurbarán-, y le pone cifra el representante de Cetex, que en la actualidad calcula que no más del 3 por ciento de los clientes que usan un hotel en Badajoz son congresistas. Según Ascarza, «al año se celebran tres o cuatro congresitos, no más, y eso que disponemos de 2.350 plazas hoteleras, muchas más que cualquier otra capital de provincia».

Por ello, critica que el palacio de congresos se use para muchas cosas menos para congresos. De momento, en la página oficial las siguientes citas hasta el 23 de octubre son un concierto de El Consorcio y otro de Los Sabandeños. «Solo falta que lo alquilen las asociaciones de vecinos», ironiza mientras reclama la intervención privada para atraer congresos una vez se ha comprobado que la gestión pública no está funcionando.

Otra cosa distinta, añade, es el caso de la Institución Ferial de Badajoz (Ifeba), que depende del Ayuntamiento. «En este caso tiene una gestión más madura y funciona porque ya tiene eventos consolidados en el calendario, de modo que la clientela que generan en los hoteles cada año ronda el 18%. Pero se trata de otro tipo de visitantes y de una instalación que requiere mayor espacio para exponer los productos», dice Ascarza.

Opinión de empresarios

En la actualidad, los palacios de congresos de Extremadura los gestiona la empresa pública Gebidexsa, que depende de Gpex, un conglomerado que tutela la Junta de Extremadura. Para el representante de los empresarios de turismo, «urge contar con la opinión de los empresarios porque somos los que sabemos qué hace falta. De hecho, ahora mismo se está trabajando en la creación de un consorcio público-privado que gestione este tipo de lugares».

Para el representante de Cetex, en relación al resto de palacios de congresos de la región, como el de Cáceres o Mérida, hace falta mayor promoción y una coordinación de fechas que no solape unos eventos con otros.

«Para superar la barrera de la falta de transportes hay que mejorar la promoción a través de las concejalías y patronatos de turismo de las diputaciones. No puede ser que el palacio de Badajoz esté dado de alta en el Spain Convention Bureau, que es una especie de asociación nacional (adscrita a la Federación Española de Municipios y Provincias) y que pertenece a Turespaña para coordinar las celebraciones de congresos, y nosotros tengamos desde hace años los estatutos, pero no hayamos hecho nada todavía».

Ascarza también habla de una mayor coordinación de fechas, y pone como ejemplo a Cáceres, donde han coincidido un evento relacionado con la capitalidad gastronómica y otro deportivo que ha dejado sin camas libres los hoteles cacereños. En Badajoz ha ocurrido algo parecido esta semana, cuando se ha organizado el gran congreso internacional de ornitología justo cuando tiene lugar en el pequeño pueblo portugués de Campo Mayor, situado a veinte minutos de la capital pacense, las Festas do Povo, que atraen a un millón de visitantes en los diez días que duran. «No puede ser que un fin de semana se llenen todas las plazas hoteleras y haya que derivar clientes a otras ciudades, y al siguiente no haya nada», dice.