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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Operarios trasladan el material del centro. :: casimiro moreno
El antiguo colegio de la calle  Cordero, a punto de desaparecer

El antiguo colegio de la calle Cordero, a punto de desaparecer

R. R.

Martes, 23 de junio 2015, 08:30

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Los alumnos del colegio Nuestra Señora de Bótoa, en Pardaleras, comenzarán las clases en un nuevo edificio. Se ubica justo al lado del viejo edificio de la misma calle, donde los operarios comenzaron ayer el traslado de los muebles.

La portavoz de la asociación de madres y padres, Maribel Cáceres, explicó ayer que la antigua construcción se demolerá el próximo mes de julio. Por ese motivo, el mobiliario se guarda ya en el colegio de la calle Stadium. Ese segundo edificio se derribará en septiembre. Sobre el suelo en el que se ubica actualmente se extenderán más instalaciones para los alumnos de este centro. Ahí se construirán las pistas deportivas.

Uno de los grandes problemas que tenía la comunidad educativa es que los alumnos se encontraban divididos en dos edificios ubicados en calles distintas. Ese problema quedará solventado con el nuevo edificio.

El mobiliario y el material se guardará en el edificio de la calle Stadium durante las obras, aunque ese no se usará para el colegio. Todos los pupitres y muebles que se ubiquen en el edificio serán nuevos, aunque la Consejería de Educación guardará los actuales para usarlos en otros centros.

Las obras comenzaron a finales del pasado mes de enero y tienen una duración de 18 meses, por lo que la previsión es que los trabajos terminen a finales de julio o principios de agosto de 2015. Este colegio será bilingüe y contará con seis unidades de Infantil y doce de Primaria. Estas obras tienen un presupuesto de 2,1 millones de euros que la Junta de Extremadura ha dividido en dos anualidades. Este año invertirá 1,2 millones de euros y, el próximo, otros 915.000 euros.

Los padres han sido muy reivindicativos en los últimos años hasta conseguir que la Junta de Extremadura se comprometiera en construir un nuevo edificio. Tenían ventanas de hierro, aseos sin puertas, fuentes oxidadas... Por eso celebran que sus hijos estudien en un nuevo edificio a partir de septiembre. El antiguo colegio suma ya más de medio siglo: 52 años.

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