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Las aceras de Badajoz, sólo para los peatones

Las aceras de Badajoz, sólo para los peatones

Una sentencia prohíbe que la ciudad pacense autorice el uso compartido por ciclistas y peatones

Evaristo Fernandez

Martes, 21 de abril 2015, 00:15

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Hace un par de años, Isabel abandonaba una tienda de la avenida José María Alcaraz y Alenda en la que había entrado para hacer una compra. Se disponía a salir a la calle cuando cinco chicos menores de edad aparecieron por sorpresa. Sus bicicletas doblaron la esquina con rapidez y en un abrir y cerrar de ojos vio cómo uno de los chicos la levantaba del suelo. «El pobrecillo intentó esquivarme, pero no lo consiguió. El médico me dijo que si el golpe en la cabeza me lo hubiera dado a pocos centímetros del lugar en el que lo recibí, no lo habría contado».

Su caso ilustra el conflicto que genera la convivencia de ciclistas y peatones en las aceras de la ciudad. La sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo falló hace pocos meses que los ayuntamientos de toda España no pueden permitir el uso compartido de los espacios peatonales, lo que obliga a modificar todas las ordenanzas que autorizaban este doble uso. En Badajoz no existe una normativa local que posibilite el uso de las aceras por los ciclistas, pero la sentencia elimina cualquier futura reglamentación que pudiera contemplar esa utilización conjunta.

El segundo jefe de la Policía Local de Badajoz, Antonio Nogales, ha destacado la importancia de un fallo judicial que se suma a los cambios que se contemplan en el anteproyecto del Reglamento General de Circulación que se tramita en estos momentos. El nuevo reglamento todavía no ha sido aprobado, pero recoge medidas que regularán el uso de la bicicleta en las ciudades de toda España, también en Badajoz.

Nogales ve con buenos ojos la aprobación del nuevo texto legal, pero advierte del riesgo que supondría adoptar medidas que no estén suficientemente contrastadas. «En el último borrador se da patente de corso a los menores de 14 años para que vayan por donde les apetezca, incluidas las aceras. Pero la experiencia policial nos dice que estos menores crean ciertas situaciones de peligro».

Como ejemplo, cita un episodio reciente en el que el guarda de parques y jardines del paseo de San Francisco llamó a la Policía Local porque un grupo de chavales en bicicleta había «expulsado» a las personas que hacían uso de este espacio público.

El borrador del nuevo reglamento recoge que los menores de 14 años pueden ir acompañados de un adulto, pero no obliga a ello, por lo que se autorizará que utilicen las aceras sin ninguna supervisión.

Otro de los aspectos que está generando debate es el que plantea que las bicicletas puedan circular en sentido contrario por aquellas vías de sentido único que estén señalizadas con una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. «Esto es una barbaridad», advierte Nogales.

Eso figura en el borrador que está en estudio, del que ha desaparecido otra de las ideas que manejaban los legisladores:_permitir que los ciclistas pudieran circular libremente por cualquier acera que tuviera una anchura superior a tres metros. Por tanto, no es probable que el nuevo reglamento permita circular a las bicicletas por zonas peatonales tan utilizadas para el paseo como la calle Jacinta García Hernández (lateral del colegio salesiano) o las avenidas Ricardo Carapeto y Carolina Coronado.

El segundo jefe de la Policía Local se muestra crítico con algunos aspectos propuestos en el borrador, pero hay otros que considera positivos. «Ya no se obligará a bajarse de la bicicleta para cruzar por un paso de peatones siempre que se vaya a la velocidad de los peatones, eso no me parece mal, y también veo bien que los menores de 16 años tengan que utilizar el casco en ciudad obligatoriamente».

Sin uso compartido

En estos momentos, Badajoz no cuenta con espacios compartidos para peatones y ciclistas porque no existe una ordenanza municipal que lo permita. Teóricamente, sólo deberían ir por los carriles bici o por los viales de circulación utilizados por el resto de vehículos, pero es frecuente ver que las bicicletas recorran las aceras y la Policía Local no suele denunciar salvo que la conducta de los ciclistas resulte manifiestamente peligrosa.

El único lugar en el que comparten espacio es la plataforma única del centro. Pero el segundo jefe de la Policía Local recuerda que esas calles (Menacho, plaza de la Soledad, Francisco Pizarro...) no son peatonales «sino vías en las que el peatón tiene la prioridad aunque pueden ser utilizadas por una colectividad de usuarios». «De hecho, pueden circular los coches de los residentes, los servicios de emergencia, los taxis y también los ciclistas», añade.

«Otra cosa es la calle San Juan añade Nogales. En este caso es una calle peatonal y está prohibido el uso de la bicicleta».

Para el portavoz de la Plataforma Carril Bici, Carlos Barriga, lo fundamental no es crear carriles bici, sino propiciar las condiciones adecuadas para que los ciclistas circulen con facilidad y sin peligro. «El lugar adecuado para nosotros no es la acera, porque el peatón es más débil y hay que respetarlo. El uso natural es la calzada, pero en ocasiones el propio ciclista desconoce normas de circulación tan básicas como que debe ir por el centro del carril como si fuera cualquier otro vehículo».

Barriga ve con buenos ojos que en las zonas de plataforma única las bicicletas puedan seguir circulando a velocidad baja, y tampoco le parece mal que en calles donde los coches van despacio la bicicleta pueda ir en sentido contrario. «El carril bici sólo debe construirse donde resulte imprescindible por la fluidez del tráfico y por las dificultades para que la bicicleta circule».

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