El MUBA se vuelve moderno y gana puntos

«Las obras ya las conocía -seguía su hermana- y la ampliación me gusta porque me parece que las obras de arte del siglo XIX en un edificio moderno llaman más la atención. Creo que la fachada es discreta y minimalista y respeta el entorno. La ciudad de Badajoz se merece este museo, lo que me llama la atención es que no le hayan dado publicidad entre los institutos, supongo que es porque todavía no hay un director definitivo», opinaba Mercedes recordando que donde hoy cuelgan obras de Juan Barjola y Eduardo Naranjo hace pocos años era un solar.

A principios de 2007 se supo qué aspecto tendría el nuevo Museo de Bellas Artes de Badajoz tras la ampliación prevista por la Diputación, titular de una pinacoteca que tiene obras datadas desde el siglo XVI (la mayoría son del siglo XX) y que se estaba quedando sin espacio.

Se llegó a afirmar que a finales de 2008 estaría finalizado; pero no ha sido hasta siete años después, tras varias polémicas sobre lo moderno de su aspecto en pleno Casco Antiguo, cuando la gente ha podido visitarlo. El (nuevo) MUBA ya recibe visitantes y ayer sábado era una jornada que permitía calibrar qué aceptación tienen estos recintos culturales en la ciudad, así como opiniones sobre el nuevo aspecto.

En general, gusta, pero en cuanto a afluencia ha cesado el aluvión de la Semana Santa, con más de dos mil personas, según el personal del museo, y el ambiente ayer era muy tranquilo, aunque para ser un sábado no está nada mal; mucha más gente que en cualquier sábado de años anteriores, decían los vigilantes.

El MUBA tiene varios accesos. El secundario es el que está por calle Francisco Pizarro, continuación de Menacho hasta la Plaza de la Soledad y por tanto en una vía mucho más concurrida. Pero es tan discreta la entrada que no pone ni museo, lo cual sí ocurre a la vuelta de la esquina, en la calle Duque San Germán, donde está la entrada principal con una fachada desdoblada entre lo tradicional y lo moderno, claramente diferenciada. Todo lo nuevo lleva como distinción unos puntos circulares, razón por la que el proyecto ganador usara hace ocho años el seudónimo de 'Dots' (puntos en inglés).

A Víctor Flores, joven arquitecto de 27 años, le interesan los cuadros de Luis de Morales que cuelgan en su interior, pero ayer reconocía que el motivo de su visita era ver cómo había quedado el edificio por dentro. «Mejora sustancialmente lo que había antes, y en general me gusta cómo ha quedado; pero el edificio cobra demasiado protagonismo, quizás más que el contenido», decía este joven, que había quedado con sus amigos pero al final hizo solo la visita.

El Museo de Bellas Artes de Badajoz tiene ahora mismo tres espacios diferenciados unidos por un patio que alberga varios bustos y esculturas. Dos de ellos son para la colección permanente y otro para exposiciones temporales, que ahora está abierto, pero solo hasta el 31 de mayo.

Hoy domingo abre de 10 a 14 horas, mañana lunes cierra y de martes a sábado abre de 10 a 14 y de 16 a 20 horas. La entrada es gratuita y tiene una biblioteca de uso restringido a especialistas.