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La oposición arremete contra Astorga y el alcalde le advierte que aún podría destituirlo

Celestino Vegas (PSOE) y Manuel Sosa (IU) atacan al primer teniente de alcalde en el pleno para aclarar el incidente

ROCÍO ROMERO

Miércoles, 17 de septiembre 2014, 14:55

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«Usted olía a alcohol y se le trababa la lengua» y «llevabas una tajá del 15» son solo dos de las frases que escuchó ayer el primer teniente de alcalde, Alberto Astorga, del portavoz del PSOE, Celestino Vegas. Manuel Sosa (IU) también arremetió duramente contra el actual concejal de Hacienda por el enfrentamiento que protagonizó el 13 de junio con un policía nacional a cuenta del aparcamiento de su moto en zona de discapacitados.

Los reproches se repitieron durante la hora y media que duró la sesión de pleno extraordinaria que el propio alcalde, Francisco Javier Fragoso, había convocado para que se aclare el suceso. Y ahí está la otra nota llamativa de la jornada. Que el propio alcalde no lo defendió en ningún momento. Es más, le advirtió que aún podría destituirlo. «Si conociera más datos de aquella noche, ese señor no seguiría ahí sentado», afirmó en su única intervención. También anunció la celebración de una comisión informativa a petición del PSOE que alargará las indagaciones sobre este incidente.

Lo aseveró ante las insistentes preguntas de IU y PSOE sobre la existencia de testigos y de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la plaza de San José que aún se desconocen.

Astorga parecía otro. Usó un tono de voz bastante más apagado que en las sesiones ordinarias. Pidió perdón una y otra vez a los ciudadanos y dijo reconocer sus errores. Estos fueron aparcar su moto justo debajo de una señal de discapacitados, desatender las advertencias del agente de Policía Nacional que le había dicho que no la dejara ahí, pedirle explicaciones al ver la multa, fotografiar los vehículos particulares aparcados en el reservado al Cuerpo Nacional de Policía y terminar discutiendo con el agente.

El resto del suceso es ya conocido. El agente requirió a la Policía Local para que le practicara la prueba de alcoholemia al advertir signos de encontrarse ebrio, como llevar la corbata ladeada y parte de la camisa por fuera. «Le felicito por llevar mal la corbata, yo tampoco la soporto», le dijo Sosa en una de las frases más irónicas de la sesión.

Sin embargo, la prueba no llegó a hacerse porque la inspectora de Policía Nacional que cumplía la función de jefa de servicio esa noche anuló la petición tras haber mediado entre el agente y el concejal. No obstante, después redactó una nota informativa para el comisario jefe porque la actitud de Astorga había estado «subida de tono». En esa misma nota es donde se advierte que estaba ebrio.

Astorga aseguró una y otra vez que solo había bebido «una cerveza y una copa de vino», que pagó lo correspondiente al pronto pago de una multa de aparcamiento en zona de exclusión porque así lo habían recogido los agentes en la sanción. Si hubiera recibido una multa por aparcamiento en minusválidos, la cantidad habría subido de 80 a 200 euros. Y de ahí, asegura, el error de negar que hubiese aparcado en ese lugar.

Manuel Sosa y Celestino Vegas también le preguntaron a quién había llamado para que finalmente no le hicieran la prueba de alcoholemia. Astorga negó telefonear con ese fin, pero reconoció haber realizado tres llamadas: al inspector jefe de la brigada ciudadana de Policía Nacional, al superintendente de la Policía Local (al que le saltó el buzón de voz) y al jefe de servicio de la Policía Local, que fue quien envió la dotación de agentes. Sobre si la inspectora habló con alguien por teléfono que le ordenara arreglar el incidente, aseguró que no le dio tiempo porque tomó la decisión de anular la prueba en diez minutos.

En cuanto a que los policías le llevaran a su casa, aseguró que «lo hablaron y que, como lo hacen de vez en cuando y venía de un acto oficial, vieron que era posible». En ese punto, Sosa también tiró de ironía: «Además de quedarse usted sin batería en el móvil -que es el argumento de los agentes-, tampoco tendría gasolina en la moto».

Astorga defendió que no tuvo una actitud chulesca ni tampoco un abuso de autoridad. «Cometí otro error inducido por la documentación y porque habían pasado dos meses del incidente cuando HOY destapó el caso», asegura. El aún primer teniente de alcalde insistió en que los hechos se han magnificado y quiso reducirlos a una infracción de tráfico. La oposición, sin embargo, no se contentó con ello. Manuel Sosa (IU) insistió en que «es un acto de corrupción política» y «corrobora el uso del cargo para disfrutar de ciertos privilegios». De hecho, aseguró que es un privilegio contar con una inspectora como mediadora cuando se tiene un enfrentamiento con un policía nacional y pidió establecer un servicio de este tipo para todos los ciudadanos.

El primer teniente de alcalde aseguró que en el informe de la Policía Nacional existen apreciaciones subjetivas, como el de la corbata. La oposición le preguntó por qué no se querella con el agente, a lo que él aseguró que no conoce el informe de forma oficial y no entra en confrontación con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

«No olviden mi presunción de inocencia», clamó antes de que sus compañeros de partido y el concejal de IU Felipe Cabezas le abrazaran.

Tanto Sosa como Vegas le pidieron que dimitiera. Y ambos le advirtieron al alcalde de que debía retirarle todas las funciones del Ayuntamiento si no quiere que el caso Astorga se convierta en el caso Fragoso. Ambos insistieron en que el alcalde no ha ejercido su responsabilidad al mantenerlo como primer teniente de alcalde, concejal de Hacienda y portavoz del PP. «Usted es rehén de lo que Astorga sabe de usted. Si no, no se entiende», le dijo Vegas. «Usted, alcalde, es responsable por omisión».

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