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Francisco Carballo y Daniel Tello junto a la barandilla donde salvaron a un hombre
«Lo cogimos justo cuando se iba a tirar del puente»

«Lo cogimos justo cuando se iba a tirar del puente»

Dos policías pacenses cuentan cómo salvaron a un suicida

Natalia Reigadas

Lunes, 28 de julio 2014, 00:36

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El miércoles pasado Francisco Carballo y Daniel Tello, dos policías nacionales, comenzaron su turno a las 22.00 horas. Entre semana patrullar Badajoz de noche suele ser tranquilo. Estos dos agentes, ambos de 32 años, no esperaban salvarle la vida a un hombre. Rescataron a una persona con problemas mentales que estuvo a punto de saltar del Puente de Palmas de Badajoz.

Recibieron la llamada de alarma a medianoche. Un peatón paseaba por el puente y vio a un hombre que escalaba la barandilla. «Luego nos contó que no era la primera vez que le pasaba y que en la otra ocasión la persona había saltado sin que pudiera evitarlo. Por eso, en cuanto vio que cruzaba la valla, nos avisó», relata Carballo.

Los policías llegaron rápidamente al Puente de Palmas, pararon el coche y fueron caminando. «Incluso apagamos la radio para no asustarle y acercarnos despacio. Al principio no lo veíamos porque estaba detrás de una torre (las torretas de guardia de mitad de la pasarela)», añade Francisco.

Al llegar recuerda Daniel Tello el hombre, agarrado a la barandilla desde el exterior, comenzó a gritarles. «Nos decía que, si nos acercábamos, saltaría. Así que trate de calmarle».

En ese momento Daniel comenzó a hablar con el hombre, que estaba muy alterado. Francisco se percató entonces de que, al mirar a su compañero, no le veía y rodeó la torreta para ponerse detrás. Cuando temió que saltase, se lanzó y lo agarró con fuerza. «Estaba a punto», recuerda.

Fue entonces cuando se vivieron los minutos más angustiosos para estos dos policías. Tenían agarrado con fuerza al hombre, pero la barandilla de forja del Puente de Palmas es muy alta para pasarle con facilidad al interior. Además, el suicida mantenía sus intenciones y trataba de librarse de los agentes para precipitarse al río. Francisco y Daniel consiguieron sujetarlo hasta que llegaron otros tres compañeros y lograron alzarlo hasta dejarlo a salvo.

El hombre, sin embargo, reaccionó con violencia y comenzó a golpear a sus propios salvadores hasta que fue reducido. Dos de los policías sufrieron heridas leves por el incidente, pero se están recuperando sin problema. Uno de ellos es el propio Francisco Carvallo, que tiene una tendinitis en la mano.

«Estaba muy nervioso y se echó sobre nosotros. Tenía cambios de ánimo muy fuertes. Más tarde, lo llevamos al hospital y volvió a alterarse. En Urgencias tuvimos que reducirlo de nuevo», recuerda el policía lesionado.

En cuanto a la experiencia, ambos agentes se muestran orgullosos de haber podido ayudar. «Estamos bastante contentos, pero al principio ni lo piensas, solo reacciones. Luego, cuando terminas, es cuando te das cuenta de lo que ha pasado y lo que has hecho», relata Francisco. Por su parte, Daniel explica que lo más importante es mantener la calma para transmitir tranquilidad a la persona que atienden.

No es la primera vez

Se da una circunstancia curiosa en esta pareja de salvadores, y es que no es su primera vez. Normalmente Carballo y Tello no van juntos. Los turnos de vacaciones han hecho que se reorganicen los equipos y estos dos policías vayan en pareja. En otra ocasión también trabajaron en la misma patrulla y de nuevo atendieron un intento de suicidio.

En esa ocasión fue en una vivienda de San Fernando cuyo ocupante amenazaba con tirarse por la ventana. De nuevo estos policías trataron de calmarle hasta que se aproximaron y consiguieron apartarlo del peligro. «Debemos ser nosotros. Nos juntamos y nos pasa lo mismo», bromea Francisco Carballo.

Ante todo ambos policías se muestran satisfechos por una intervención que pudo acabar en tragedia, pero que tuvo final feliz. «Otras veces no es así, pero en esta ocasión fue bien», concluye Daniel Tello.

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