El fuerte de San Cristóbal recibe más de 6.500 visitas en cuatro meses

Sin embargo, en poco más de un año esta situación ha cambiado por completo. La fortificación ha sido restaurada y sus muros se han consolidado. Su aspecto y su uso han variado radicalmente. Ahora el fuerte atrae el interés y la atención de miles de personas que antes no se atrevían a subir a la colina o que como mucho contemplaban el recinto de lejos.

Los datos correspondientes a los cuatro meses que lleva abierto al público tras ser rehabilitado son claros. Desde el 3 de febrero al 18 de mayo el fuerte de San Cristóbal ha recibido 6.562 visitas según las cifras que ha proporcionado a HOY la concejala de Turismo, María José Solana. Sólo durante el puente de mayo se contabilizaron 356.

El perfil de los usuarios que acuden a contemplar y pasear por el fuerte es muy variado. Hasta allí llegan jóvenes, mayores y familias con niños pequeños. «Es muy heterogéneo. Llegan muchas personas con más o menos interés en la historia pero todas con la curiosidad de conocer y disfrutar de esta joya. Esto demuestra las ganas que tienen los ciudadanos de conocer esta construcción, que forma parte del patrimonio pacense. Al mismo tiempo, evidencia que el esfuerzo económico y a nivel de recursos humanos que ha realizado el Ayuntamiento para que el fuerte pueda ser visitado merece la pena y nos anima a seguir trabajando en esa línea», explica Solana.

La edil se muestra satisfecha con el interés de pacenses y turistas. También reconoce que fue un acierto la recuperación del edificio y abrirlo al público de manera periódica. «Los ciudadanos lo han integrado dentro del recorrido turístico patrimonial de Badajoz», sostiene.

La responsable municipal del área de Turismo recuerda que este monumento permanece abierto todos los sábados y domingos en horario de mañana de 10 a 14 horas. A las 10.30 horas se inicia una visita guiada. En días festivos o jornadas en las que hay programados acontecimientos culturales importantes en la ciudad este espacio abre también sus puertas por la tarde y ofrece una visita guiada a las 17.30 horas. De lunes a viernes se puede acceder al recinto amurallado cuando un grupo de más de 15 personas lo solicita con antelación. «La cifra de visitantes que manejamos se corresponde con los datos que tenemos registrados, pero seguro que es más elevada, puesto que no todas las personas que van al fuerte hacen la visita guiada. Muchas prefieren hacer el recorrido por su cuenta dentro del horario establecido sin que las acompañe el guía», indica Solana.

Señala que los días y horario de apertura del fuerte no son «inmutables» y que se podrán ir modificando según los medios técnicos, humanos y económicos con los que cuente la Concejalía de Turismo. También se irán cambiando con el fin de que la oferta turística se vaya adaptando a los acontecimientos que se programen en la ciudad. «Podremos reajustar el horario en las fechas en las que se prevea la asistencia de más turistas como pueden ser los puentes o cuando se celebren citas destacadas como la Noche en Blanco», destaca Solana.

Visita de los mayores

Hace unas semanas el área del mayor del Instituto Municipal del Servicios Sociales organizó varias visitas para que los usuarios de los centros de mayores pudieran comprobar el resultado de la restauración. Participaron más de 600 personas. Luis López de 63 años y miembro del centro de mayores de Cerro de Reyes fue uno de ellos. Afirmó poco después de realizar el recorrido por las instalaciones que él frecuentó este espacio cuando terminó de hacer la mili hace más de 40 años. «Venía hasta aquí para traer la comida a los soldados», recordó. Entonces el fuerte se utilizaba como cuartel militar, hasta que cayó en desuso y pasó a ser propiedad municipal en 1972. A partir de ahí el recinto se fue degradando. «Hasta hace unos años estaba abandonado y se encontraba en ruinas. Daba pena».

Luis valora positivamente el resultado de su recuperación. «Ha quedado bien, de hecho, vendremos de nuevo algún sábado o domingo. Como está abierto los fines de semana queremos aprovechar», coincidió con Agapita Pache, de 60 años.

Un caso muy distinto es el de María Dolores Rodríguez y Remedios Casas, usuarias del centro de mayores de Santa Marina. Ambas conocían el entorno del fuerte, pero nunca habían entrado en su interior. «Tengo 74 años y aquí venía de joven», recalcó la primera. Cuando era adolescente acudía al cerro acompañada de su madre y algunas amigas. «Cogíamos lirios y con una aguja e hilo elaborábamos collares», rememoraba durante la visita que hizo hace unos días. «Yo también acudía de joven con mis hijos para que jugaran por aquí mientras yo hacía punto. Al fuerte no entraba, estaba muy degradado. Ahora está mejor porque lo han arreglado, aunque para mi gusto parece menos auténtico», especificó Remedios.

En cambio, Fátima Llera nunca se había acercado al entorno del fuerte ni conocía esta construcción. «Soy de Talavera la Real, aunque llevo viviendo muchos años en Badajoz. Vivo por el centro y nunca antes había venido para San Cristóbal porque me cae muy lejos», declaró.