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Rocío Antúnez, durante el saque de honor de ayer. :: J. B. V.
Rocío Antúnez llama la atención en Almendralejo sobre las enfermedades raras

Rocío Antúnez llama la atención en Almendralejo sobre las enfermedades raras

Después de llevar años padeciendo la enfermedad de Machado-Joseph, hizo ayer el saque de honor en el partido contra la droga

GLORIA CASARES

Lunes, 25 de junio 2018, 08:28

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El partido contra la droga celebrado ayer en Almendralejo y organizado por la Asociación para Drogodependientes de Almendralejo y Comarca (Asodalc) se convirtió en un canto a la vida y en una demostración de la importancia de la lucha contra la adversidad, frente a las adicciones y frente a la enfermedad.

Así, al menos, lo quiso el responsable de Asodalc, Julio Mateos, cuando le pidió a Rocío Antúnez que hiciera el saque de honor del partido disputado ayer en el campo de césped artificial 'Ito'.

«Ha sido muy emotivo, ha salido todo muy bien», apuntaba unas horas después Rocío, que confesaba a HOY que no quería protagonismo para ella, pero sí llamar la atención sobre la necesidad de que se investiguen los tratamientos para las enfermedades raras.

Rocío padece la enfermedad rara de Machado-Joseph, se trata de una 'ataxia espinocerebelosa de tipo 3', una enfermedad degenerativa que hace que ya se mueva en silla de ruedas. Después de haber sufrido la muerte de su padre y de un hermano por esta misma enfermedad degenerativa, Rocío lleva años levantando la voz para que se les escuche.

«Hay que llamar la atención, no ya por mí, sino por la gente que viene detrás», apunta Rocío, que padece una enfermedad que comparten casi 10.000 personas en España, pero que la diversidad de las manifestaciones en las que se presenta hace que no haya tratamiento, ni experimental, ni paliativo.

Agradece que haya muchas asociaciones, congresos y campañas en redes y en medios de comunicación para llamar la atención de las enfermedades raras, pero lamenta reconocer que no sirven para nada si detrás no hay un trabajo de investigación.

Y para ello cree que hay que seguir concienciando a la sociedad con gestos como el de ayer, el que tuvo Julio de invitarla después de conocerla por la calle, tras tener conocimiento de su caso a través de un voluntario de Cruz Roja que la ayuda cada día.

«Yo el mensaje que quiero lanzar es que la vida son dos días y no podemos tirar uno por la borda. Hay que vivirla cien por cien y siempre mirando para adelante, nunca para detrás. Que no haya remordimientos, hay que disfrutar la vida sin hacer daño a nadie».

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