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gloria casares
Viernes, 22 de diciembre 2017, 17:34
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Pedir que en su funeral familiares y amigos acudan «sin nada de luto. Con ropa mona, tacones y trajes» dice mucho de la clase de persona que fue Santiago Fernández Lázaro. Este sábado se celebrará en Almendralejo el funeral de este ingeniero almendralejense, que falleció el jueves en la Clínica Universitaria de Navarra, y se oficiará una misa en su honor a las once de la mañana en la parroquia de la Purificación de la ciudad que le vio nacer hace 67 años. «Era muy alegre, no se enfadaba nunca, era muy servicial, con quien fuera y hacía favores a todos». Así describe a Santiago Fernández su hermano mayor, Pepe, médico de profesión y que aún se emociona al hablar de él.
La esquela, publicada este viernes en el diario HOY, suscitó la curiosidad en los lectores y seguramente en muchos también admiración, la misma que despertó en vida Santiago, que deja numerosos amigos en Sevilla, donde estudió la carrera de Ingeniería Industrial y de su colegio mayor, y en Almendralejo. «Tenía una gran devoción por su pueblo».
Aunque siempre ha trabajado fuera de esta ciudad –primero lo hizo en la siderúrgica que hubo hace años en Villafranca de los Barros y luego en la de la misma empresa en Sevilla, ‘Forjas del Guadalquivir’, de la que fue gerente antes de jubilarse oficialmente–, visitaba la ciudad que le vio nacer con asiduidad. «No se perdía una fiesta con los amigos en Almendralejo», dice a HOY Pepe, el mayor de los cuatro hermanos, junto a Pili y a la pequeña, Maru, profesora en Mérida.
Su debilidad por Almendralejo se la agradeció la ciudad con el premio ‘Cónsul de Almendralejo’, otorgado en 2014 por el Centro de Iniciativas Turísticas para destacar la labor de promoción que hacen los almendralejenses que residen fuera.
Tan bien hablaba de su tierra extremeña que convenció a su jefe, el responsable de las fundiciones en las que trabajó, un empresario vasco, de adquirir una finca en Hornachos, a la que el propio Santiago acudía casi cada semana para disfrutar del paisaje de la dehesa.
Santiago, que también era conocido como ‘Chico de Concha’ en honor a su esposa, natural de Santa Marta de los Barros, descansará junto a su hija Fátima, que les dejó con apenas cinco años, porque ése era su deseo y así lo harán cumplir sus otros hijos, Pedro, Santi y María.
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