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GLORIA CASARES
Miércoles, 26 de abril 2017, 08:45
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Se fue la tormenta y llegó la calma, la fiesta. Desde las vísperas, los almendralejenses vivieron la romería de San Marcos.
Si los jóvenes se concentraron en la caseta de la hermandad, junto a la ermita, y en los alrededores, en su peculiar forma de celebrar la romería; los mayores no se quisieron quedar tampoco atrás. Así que la romería empezó pronto para algunos.
Sin embargo, la gran mayoría la comenzó a las ocho de la mañana, junto a la iglesia de San Roque, en un madrugón que sabe mejor cuando se acompaña con los dulces y el café que ofreció la hermandad a los romeros.
Casi puntuales, salió la procesión con el santo por las calles llenas de gente para presenciar la más colorida y ruidosa de todos los desfiles procesionales de las hermandades de Almendralejo.
El bullicio, los ruidos de los tractores y los cánticos de los romeros a pie llenaron las calles hasta que la procesión salió por la carretera de Badajoz, rumbo al camino Husero, que le llevaría hasta la ermita de San Marcos. A paso lento, los tractores discurrían por entre viñedos que comienzan a mostrar la vitalidad de la Tierra de Barros.
En la última parte del camino, las personas saludaban y ofrecían licores y dulces desde las puertas de los chalés a los romeros.
La primera parte de la jornada concluyó frente a la ermita y a los pies de la escalinata, cuando los bailes de folclore extremeño recibieron al santo a su llegada y con la misa en honor al santo, que congregó a cientos de personas.
A partir de ahí, los almendralejenses vivieron la romería con el jolgorio propio de estos días, en los chalés o en la zona de romería sin que desluciera la lluvia y donde, a pesar de la prohibición de hacer hogueras, alguna barbacoa se encendió. Había algo de incertidumbre hacia esa prohibición, aunque la mayoría lo respetó.
También provocó alguna duda la edificación nueva levantada junto a la ermita, una nave que en un futuro próximo se convertirá en la casa de la Hermandad de San Marcos. La intención es que la edificación que se construya sea del mismo estilo arquitectónico que la ermita.
Sin incidentes
En el apartado de incidentes, se puede decir que la jornada concluyó como era deseable, sin ningún destacado. Durante la noche anterior, el puesto de la Cruz Roja sólo tuvo que atender a dos personas, ya que la noche se presentó tranquila y sin grandes aglomeraciones de gente.
Sí que hubo que atender durante el día de ayer a algunas personas que sufrieron indisposición, pero sin gravedad. Como explicó Cruz Roja, en total registró seis incidencias. Entre ellas, tuvieron que atender una fractura de brazo en una joven.
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