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Alumnos en un programa de inmersión lingüística. :: g. c.
Almendralejo  y los idiomas

Almendralejo y los idiomas

La dirección lamenta que la falta de espacio no permita atender todas las demandas de nuevos alumnos

GLORIA CASARES

Domingo, 29 de mayo 2016, 09:12

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Aunque en los últimos años el aprendizaje de idiomas parezca que se haya puesto de moda, en Almendralejo esa tendencia lleva ya bastantes años y son muchos los ciudadanos que desde hace décadas sintieron la necesidad y el placer de aprender lenguas extranjeras.

Fue en el curso 1990-91 cuando inició su actividad en la ciudad la Escuela Oficial de Idiomas (EOI), un centro que en principio dependía del Ministerio de Educación, aunque años después pasó a ser competencia de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura.

Este año se cumplen, por tanto, las bodas de plata, el 25º aniversario de una escuela que es toda una institución en la capital de Tierra de Barros. Lo prueba el hecho de que el número de alumnos haya ascendido este curso hasta los cerca de 1.200 de varias localidades y el prestigio que tiene entre los vecinos, muchos de ellos han sido alumnos en diversas épocas.

El centro almendralejense comenzó con dos idiomas -inglés y francés-, y años después, en 2002, se incorporó portugués, que con el tiempo ha logrado superar la lengua de Napoleón y convertirse en el segundo preferido por los estudiantes, con casi 200 matriculados.

La buena acogida de la Escuela Oficial de Idiomas queda patente en la evolución experimentada con los años. Si comenzaron unos 200 alumnos en 1991, ahora esa cifra se ha multiplicado y ha crecido en el último curso con la puesta en marcha de las cuatro aulas adscritas -las de Aceuchal, Barcarrota, Hornachos y Villafranca de los Barros- que dependen de la EOI de Almendralejo. «En estas sedes, los profesores adscritos se trasladan para impartir las clases, según declaró la directora de la escuela», Lola Gorjón, en una entrevista concedida a HOY con motivo del aniversario.

El nivel de los alumnos y la calidad de la enseñanza ha hecho que sean muchos los que, una vez terminan los seis años de un idioma, comienzan otro. El caso más curioso lo protagoniza Carmen, una alumna de 73 años, que después de finalizar los estudios completos de francés se ha atrevido con el portugués y ya cursa el segundo año del nivel intermedio.

«Ni siquiera el Instituto de Lenguas Modernas, puesto en marcha en la localidad, le ha podido hacer sombra y no se ha notado en las peticiones de ingreso», confirmaron fuentes de la escuela.

Edificio

Lo que sí afecta a los ingresos de alumnos son las instalaciones. Desde que se puso en marcha en 1991, la escuela ha impartido sus clases en el viejo edificio, denominado Suárez Somonte, que siempre ha estado dedicado a la enseñanza de forma histórica en la ciudad. Aunque sus reformas han hecho que el acondicionamiento mejore, las instalaciones no han podido ser ampliadas a medida que crecía la cifra de alumnos, «de 200 a más de 900 en la actualidad en ese único edificio», apunta la responsable.

Por ello, Gorjón lamenta que las autoridades no escuchen los requerimientos que hacen desde hace tiempo para que la escuela pueda crecer según la demanda de los ciudadanos.

Los once profesores tienen siete aulas para impartir las clases, la mayoría en horario vespertino, y tres de ellas son muy pequeñas, apenas pueden acoger a 18 alumnos. Por ello, cada año se quedan fuera estudiantes por falta de espacio, «y muchos no reciben bien la noticia, lo que está creando malestar».

El alumnado de la EOI tiene un perfil muy diverso, desde adolescentes (con 16 o 17 años) que se apuntan para mejorar su nivel académico, hasta adultos que quieren aprender, «sobre todo inglés, para poder defenderse y comunicarse en los viajes», explica la directora.

También abundan las personas que, una vez culminados sus estudios, se apuntan para mejorar el currículum, o los demandantes de empleo, que ven como hoy en día tener conocimiento de un idioma o dos les facilita su incorporación al mercado laboral. «Es un plus, como antes era el tener carné de conducir», dice Gorjón.

Desde hace tiempo, los docentes también son un grupo destacado entre los alumnos de la Escuela de Idiomas. Muchos de ellos, que se inscribieron al principio, han visto que con los años ese conocimiento y el título les ha permitido poder impartir clases en secciones bilingües, además de mostrar un mejor nivel en su tarea docente.

La Escuela de Oficial de Idiomas imparte las enseñanzas en seis cursos, dos del nivel básico, dos del intermedio y dos del avanzado, que se corresponden con el A2, el B1 y el B2, respectivamente, aunque «con un nivel alto en comparación con otras instituciones», aclara la directora.

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