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G. CASARES
Domingo, 1 de marzo 2015, 10:57
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Parece que cuando el pasado mes de octubre, la catedrática de Literatura Matilde Martínez vio publicado el libro con sus investigaciones y tesis doctoral, 50 años después de haberlos realizado, descansó.
Fue una satisfacción y un alivio verlo publicado, porque así quedará ese estudio sobre el habla de Almendralejo para siempre, en un libro que podrán consultar profesores y curiosos en un futuro y que será una parte importante de su legado docente. Un legado que permanecerá ya para siempre en las gentes de Almendralejo.
Doña Matilde, como se la llamaba en el instituto Carolina Coronado, donde ejerció la mayor parte de su carrera docente, descansó para siempre el pasado día 18 de febrero, ya con 90 años cumplidos.
Conferencias
Un libro científico sobre el habla popular, numerosos libros de poemas, multitud de conferencias sobre los grandes poetas extremeños como Chamizo, Gabriel y Galán o Espronceda, fundadora de la asociación cultural Vázquez Camarasa, décadas de docencia, un premio literario a su nombre y, sobre todo, el recuerdo de miles de alumnos a los que les logró inocular el amor hacia la literatura. La comunidad educativa del instituto quiso hace años rendirle homenaje con la puesta en marcha de unos premios literarios a su nombre para los alumnos.
Así es el legado de esta mujer castellana de nacimiento, pero extremeña de adopción, que llegó a Almendralejo en 1956 como profesora de Literatura. Después sería catedrática.
Llegó de la mano de su marido, Juan Maraña, otro profesor emérito almendralejense, que ya nos dejó hace años y con el que compartió su amor por la docencia.
Homenaje
Matilde Martínez se ha ido con el amor de muchos almendralejenses, un amor que se le pudo demostrar el pasado mes de octubre, cuando presentó el libro de sus tesis doctoral, centrada en el habla popular. Allí estuvieron decenas y decenas de amigos para acompañarla en un momento tan importante para ella. La publicación fue gracias al empeño del Centro de Iniciativas Turísticas, y, sobre todo, de su presidente, Antonio Díaz, a la cabeza, algo que había intentando décadas antes, cuando era concejal en el Ayuntamiento.
Su presentación sirvió de todo un homenaje a a esa dedicación desinteresada por la cultura, que ella agradeció en persona, mostrando públicamente por última vez esa particular sonrisa que la caracterizaba.
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