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¿Qué ha pasado hoy, 17 de abril, en Extremadura?
Las plantas reciben calor y agua para un correcto crecimiento antes de ser sembradas em las parcelas de los agricultores BRÍGIDO

Semillas norteamericanas y tierra alemana para el tomate extremeño

Millones de plantas culminan en los invernaderos de Conesa su proceso de germinación tras seguir un proceso de control

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Lunes, 9 de abril 2018, 08:50

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El viaje del tomate extremeño, líder en España y un referente mundial, termina su primera etapa, la de crecer, en millones de semillas criadas en invernaderos. Desde febrero y justo hasta ahora, cuando se comienzan a llevar a las parcelas para su plantación, los industriales y los agricultores de la región desarrollan un proceso minucioso en el que se juegan la cosecha. Buena parte de las plantas de lo que será el tomate de la campaña ha logrado alcanzar un mínimo de 12 centímetros de altura. Ya están listas para ir al campo, lejos del abrigo de un mar de plásticos de invernaderos, temperaturas moldeables y agua controlada al detalle. En las parcelas de los agricultores estarán hasta que a finales de julio las cosechadoras empiecen a llevárselas.

«Se habla mucho de la campaña, de los meses finales, con el tomate bien vistoso y a punto de recoger. Pero sin esto que hacemos cada año, con una profesionalidad tremenda, no sería posible», señala contundente Pepe Gomendio. «Sin esto no habría campaña. Somos conscientes de lo que hay en juego», agrega Gomendio, responsable técnico de los invernaderos que tiene el grupo extremeño Conesa en Talavera la Real. De allí, Conesa saca las plantas que luego se convertirán en tomate que llegará a los mercados de Europa, Emiratos Árabes y China, entre otros países.

En esta tablilla aparecen, entre otros datos, la fecha de comienzo de germinación de la semilla 813 de febrero), el riego o los abonos
En esta tablilla aparecen, entre otros datos, la fecha de comienzo de germinación de la semilla 813 de febrero), el riego o los abonos BRÍGIDO

Hablar de Conesa, hay que recordar, es hablar del grupo tomatero de mayor dimensión de Europa y del arco mediterráneo (se incluye el norte de África, Turquía o Israel) tras las recientes adquisiciones de dos fábricas en territorio andaluz.

Conesa, el principal grupo tomatero, ha puesto 180 millones de semillas para 7.000 hectáreas de cultivo

Todas sus empresas alcanzan una capacidad de procesamiento de 25.000 toneladas por día y 1,4 millones de toneladas por campaña. Conesa ha entrado entre los primeros cinco grupos del mundo en cuanto al volumen de procesamiento de tomate fresco. El grupo fue fundado por Manuel Vázquez Gimón. Su hijo Manuel Vázquez Calleja es su consejero delegado.

El ejemplo de los semilleros e invernaderos es un ejemplo perfecto para conocer la etapa de gestación del oro rojo extremeño. Un proceso que por otra parte se puede calificar de internacional porque la semilla con la que se produce el tomate es norteamericana y el sustrato para que se desarrolle es alemán. «En los bosques alemanes hay una riqueza orgánica extraordinaria de muchos siglos. Por eso cogemos la tierra de allí», puntualiza Gomendio. Además, la maquinaria para la colocación de las semillas que se utiliza en las instalaciones de Talavera es italiana.

Desde febrero y hasta finales de marzo, con una exactitud quirúrgica, millones de plantas se han cultivado en invernaderos para que, con la altura y constitución adecuadas, empiecen a ser sembradas en este inicio de abril.

Son las que en verano llenarán de tomate Extremadura, la gran productora nacional de un cultivo que en las últimas semanas de invierno vive un proceso crucial para el éxito de la campaña.

Cámara pregerminación

El proceso de crecimiento de las plantas de tomates comienza con la siembra en las bandejas de semilleros a mediados de febrero. Normalmente, sobre cada 25 de marzo las plantas están listas para ser trasplantadas al aire libre.

«Este año ha sido un poco más tarde no solo porque ha llovido bastante sino también porque ha caído en Semana Santa. Así que se hace en la primera semana de abril. No es nada significativo este cambio», señala Enrique Saavedra, encargado del invernadero de Conesa.

En cada bandeja se pueden sembrar 250 plantas, así que para producir sus más de 180 millones de plantas en esta campaña tienen que sembrar unas 720.000 bandejas en total, se indica desde el grupo empresarial líder en el tomate. Son 180 millones de plantas para sembrarlas en 7.000 hectáreas de las Vegas del Guadiana en las que agricultores de la región tienen contratada la entrega de su producto a Conesa.

Una vez sembradas en las bandejas, se riegan y trasladan a unas cámaras de pregerminación, que están a 24-25 grados centígrados y a un 90% de humedad. Transcurridas unas 50 ó 60 horas en la cámara, la semilla ha germinado y se llevan al invernadero, donde se criará la planta hasta que esté lista para llevarla al campo.

Semillas recién colocadas en las bandejas para que germinen
Semillas recién colocadas en las bandejas para que germinen BRÍGIDO

Para poder llevar las plantas de tomate al campo, deben pasar alrededor de 40 ó 45 días, de media. La recolecta de los tomates trasplantados en marzo será a finales de julio. Para los trasplantados en mayo (los tardíos) será a finales de septiembre.

«Se trata de un proceso milimétros. Lo primero que se hace es colocarlas en el hueco de cada bandejas y recubrirlas con sustrato de calidad, con determinado nivel de ph y sales, sacado de bosques alemanes», explica Pepe Gomendio.

Las plantas en invernadero se riegan con agua de lluvia y reciben abonos y fungicidas

A las semillas se les echa verniculita, que no es otra cosa que árido, arena, que protege a la semilla, que retiene el agua y no pesa y, además, no le estorba a la planta para que empiece a germinar. Todo esta fase previa la desarrolla el grupo empresarial Conesa a lo largo de las 5,5 hectáreas de invernadero en unos terrenos muy cercanos a la base aérea de Talavera la Real.

Sin esos invernaderos, la industria y los agricultores de tomate no podrían poner en pie cada año su campaña. La industria se asegura que los agricultores tengan plantas y puedan cultivar tomates sin problemas para después poder hacer sus transformados de tomate.

Pepe Gomendio, con una planta de tomate
Pepe Gomendio, con una planta de tomate BRÍGIDO

En los invernaderos se realiza un control de trazabilidad y calidad de cada semilla/planta, una práctica no frecuente en otros cultivos y que determina, entre otras cosas, el nivel de profesionalidad del sector tomatero extremeño.

«De aquí no sale una sola planta que no esté puesta en el programa de Conesa, en el que aparece con qué agricultor y en qué cantidad tiene contratada la producción en cada campaña. Desde la siembra hasta al salida al campo, la planta tiene un seguimiento exhaustivo», puntualiza Enrique Saavedra.

Con todo, en el caso de Conesa, además de esas semillas contratadas (180 millones), el grupo tiene otras en reserva para cubrir posibles imprevistos. Para esta campaña, esa reserva es de 5 millones de semillas sin contratar.

Peculiaridades del tomate

Las plantas de tomates se riegan todos los días y es necesario abonarlas. Y se riegan con agua de lluvia. Para eso se instalan grandes balsas de agua junto a los propios invernaderos. En los de Talavera la Real se disponen de dos balsas que acumulan en total 10 millones de litros.

Cada cuatro días reciben tratamientos preventivos, principalmente fungicidas para los hongos, haya o no. El crecimiento de las plantas de tomate es más rápido cuanto más calor haga. Por este motivo los invernaderos están provistos de cañones de calefacción para que se activen cuando baja la temperatura exterior a cuatro o cinco grados y así evitar que las plantas de tomates se hielen con el frío.

«Lo fundamental es que planta crezca bien para que luego el tomate final sea de gran calidad», relata Saavedra, quien especifica que la planta se lleva del invernadero a la parcela cuando alcanza unos 12 centímetros de altura. «Entonces es cuando se determina que realmente está lista para llevarla a la parcela», concluye el encargado.

En este proceso casi de laboratorio para obtener el mejor tomate posible, los productores de la región echan mano de semillas de distinta variedad. «La variedad es enorme. Hay muchísimas. La que más se pone es la H-1015», informa Saavedra.

Los tipos de tomate que más se utilizan en la zona de las Vegas Bajas y Altas del Guadiana, la gran zona productora de Extremadura, son la H 10-15, la H 34-02 y la Corcorán debido a que se adaptan bien al clima, al suelo y a las condiciones de agua.

Los dos factores principales que van a determinar la calidad del tomate son el color -que esté rojo-y los brix -cantidad de carne-.

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