Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?

La plaga de la seca mata alcornoques y encinas

Lunes, 4 de diciembre 2017, 10:19

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

HOY
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

HOY
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

HOY
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

HOY
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

HOY
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

HOY
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.
La seca se conoce desde los años 40 pero no se le hizo mucho caso hasta finales de los 80 cuando empezó a colonizar las dehesas. «Crece a un ritmo moderado pero constante. No hay remedio y es letal», resume el ingeniero del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Enrique Cardillo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios